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jueves, 6 de diciembre de 2012

El poder de la oración

La oración comienza en un sentir que nace de nuestro interior provocado por una necesidad que nadie mas puede satisfacer. Es compartir con nuestro Padre-Madre Dios los problemas, nuestras necesidades, nuestros planes, nuestras metas, nuestros logros. Orar también es pedirle a Dios por otros. Interceder de corazón, c...
omo si la causa del otro fuera mi causa, el dolor del otro fuera mi dolor.

Orar es el intento sincero de comunicarnos con Dios, de vincularnos, de unirnos, con la Verdad que transciende los sentidos. Con la oración agradecemos, pedimos, alabamos o simplemente nos ponemos a entera disposición de ese Ser Superior en que decidimos confiar. La actitud de quien ora ha de ser de entrega y confianza. Por ello, a veces basta con un simple sentimiento para entrar en oración. Pero, siempre las palabras nos han ayudado a comunicarnos, con nosotros mismos, con los demás y con Aquel de quien esperamos todos los bienes.

El poder de la oración, es el poder de la palabra expresada con fé. El poder de la oración se manifiesta en nosotros al confiar en ese ser que se oculta en nosotros mismos y al cual dirigimos nuestro pensamiento. A ese dador de vida está dirigida nuestra oración por la salud y por la sanación, o por lo que necesitemos en el momento. Si nuestros deseos están en armonía con el Plan Universal, la salud o lo que estemos pidiendo en ese momento, se manifestará en nosotros.

Pero, recordemos que para pedir también debemos dar. Y damos, pidiendo también por el resto de la humanidad. El equilibrio perfecto, la perfecta salud, es la de todo el planeta, la de todos los seres vivos, la de todos quienes rodean.
Al pedir, debemos de hacerlo; a) De Acuerdo a la Voluntad Divina. b) En Armonía para Todo el Mundo. C) Bajo la Gracia y d) De Manera Perfecta. De esta forma, tendremos respuesta perfecta a nuestra plegaria.

Estudios recientes han vinculado la oración con una mayor longevidad y mejor salud. Un estudio llevado a cabo por la Duke University concluyó, “que los adultos mayores que oraban vivían mucho más que los que no lo hacían”. Otro estudio, realizado por la Universidad de Texas, “demostró que los mexicanos- estadounidenses que asistían regularmente a la iglesia, presentaban, durante un período de ocho años, un riesgo de mortalidad 32 por ciento menor que aquéllos que no lo hacían”. Un segundo estudio de la misma universidad, descubrió “que las personas que oraban, presentaban una tasa mucho menor de declinación cognitiva- pérdida de memoria o concentración, por ejemplo- que los que no lo hacían.
”Muchas personas obtienen tremendos beneficios de la oración, y algunas parecen sanarse de una manera que no podemos entender. Pero la ciencia no está en el negocio de comprobar que la oración actúe a través de mecanismos sobrenaturales”, dice Harold Koenig, director del Center for Spirituality, Theology, and Health, de la Duke University.

Al orar, debemos de demostrar nuestra fé y….¿qué mejor forma de hacerlo que, dando gracias antes de recibir. Y Sobre todo, que cuando ores, tu actitud sea de entrega y confianza en el amor de nuestro Padre Celestial, el cual tiene un caudal de bendiciones a nuestra disposición,…… tan sólo a la distancia de una oración.
 
Por : Nery Estévez-Psicóloga Clínica.
 

       (Nery es Psicóloga Clínica, Productora del Bloque IDEA EN T.V. Consultora en Salud/Comunicación Estratégica del Banco Mundial. E-mail…neryestevezr@hotmail.com....)