El Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, ha publicado una carta pastoral de los obispo austriacos con motivo del Año de la Fe en la que aborda la cuestión de la disidencia eclesial de corte heterodoxo dentro de la Iglesia en Austria. El cardenal asegura que «estamos en diálogo, compartimos las mismas preocupaciones por nuestra iglesia, pero sugerimos soluciones diferentes». Y sobre la Iniciativa Pfarrer advierte que los obispos ya han «dicho bastante». El responsable de esa iniciativa ha asegurado que los obispos no se toman en serio sus demandas.
(Luis F. Pérez/InfoCatólica) El cardenal ha explicado que los obispos han dedicado a los heterodoxos un capítulo específico en su carta pastoral. Bajo el título «reformas estancadas» se da a los disientes una respuesta negativa: «No queremos callar respecto a lo que se dice de nosotros desde diversos sectores: que existe un amplio descontento sobre la situación de la Iglesia y sobre todo en relación con la jerarquía eclesiástica. Es decir, con nosotros, los obispos, y con Roma».
La cara pastoral continúa afirmando que muchas personas tienen la impresión de que no se mueve nada: «Por otro lado nosotros, los obispos, hemos repetido claramente que la llamada a la desobediencia no puede ser aceptada».
El cardenal no cree, sin embargo, que se dé una división de la Iglesia. Al contrario más bien ha señalado la posibilidad de una conciliación: «El Año de la fe podría ser una oportunidad para encontrar la manera de salir de este callejón sin salida, real o aparente», ha asegurado
Helmut Schüller, promotor de la iniciativa Pfarrer, se muestra mucho menos optimista. En declaraciones a Der Standard, explica que todavía no hay fijada «una fecha para una reunión de diálogo con la Conferencia Episcopal». «Y en la carta pastoral», añade, «no hay absolutamente nada nuevo. Se continúa sin tomar en serio serio las demandas de reforma del pueblo que constituye la Iglesia».