En este mes de septiembre se conmemora el 61 aniversario de la desaparición física de María Montez, la Reina del Technicolor del Hollywood de los años 40. En el presente año se cumplió también, el pasado 6 de junio, el centenario de su nacimiento que tuvo lugar en Barahona en 1912.
Su inesperada muerte en una situación que todavía hoy no se ha esclarecido en su real magnitud, encontrándose en pleno apogeo de su carrera cinematográfica, generó gran conmoción a nivel mundial.
Residiendo entonces en Francia, la mañana del 7 septiembre de 1951 Madame Aumont, como le decían los franceses, se había puesto de acuerdo con sus hermanas (Ada, Luz y Teresita) para ir a Paris ya que la mansión donde los actores vivían con su familia se encontraba en las afueras de la ciudad.
Sin embargo, al ver que su famosa hermana no estaba lista para salir, según habían acordado, éstas tuvieron que abrir la puerta del baño y la encontraron sumergida en la bañera, sólo su frente estaba afuera del agua que llenaba la tina.
De inmediato las hermanas Gracia llevaron a María Africa, nombre original de la artista, a su dormitorio y después avisaron al médico y a los bomberos (especialistas en aplicar respiración artificial) quienes se esforzaron durante tres horas y media por obtener alguna respuesta de la artista.
Las hipótesis
De acuerdo al reporte de los médicos, el accidente sufrido por María pudo haber sido provocado por dos causas distintas. 1) Sufrió un paro cardíaco a consecuencia de un “schock” que el contacto con el agua caliente (45? Celcius) le produjo. 2) El calor del agua le provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó.
No llegó a practicarse la autopsia, por lo que la verdadera razón de su muerte no pudo ser determinada. Cuatro días después, el 11 de septiembre de 1951, en la Iglesia Católica Romana de “Saint Pierre de Chaillot”, fue efectuado el funeral. Su cadáver fue amortajado con un traje de noche de seda azul con adornos blancos, obra del notable diseñador francés Jacques Hein, como correspondía a la que en vida fue aclamada como La Sirena de Hollywood.
El panegírico fue pronunciado por el Embajador de República Dominicana en Francia Dr. Tulio Franco y el Señor Pierre Dux, Presidente del Sindicato de Artistas de la Comedia Francesa.