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miércoles, 20 de junio de 2012
El empleo como medio para combatir la pobreza
Desempleo y pobreza son dos indicadores inseparables en las sociedades subdesarrolladas. De ahí que cualquier estrategia encaminada a disminuir los índices de pobreza, obliga a tener como horizonte principal la creación y generación de empleos productivos y de calidad.
La pobreza se define como una situación social y económica caracterizada por una carencia marcada en la satisfacción de las necesidades básicas de la población. Para determinar si un grupo se considera pobre hay que tomar en consideración su acceso a recursos fundamentales como la educación, la vivienda, el agua potable y la asistencia médica, entre otros aspectos, pero al mismo tiempo se toma en consideración las circunstancias y condiciones laborales y los niveles de ingresos. Dentro de la pobreza hay un segmento más agravado, tipificada como pobreza extrema o pobreza absoluta, la que se define como "una condición caracterizada por la privación severa de las necesidades básicas humanas, tales como alimento, agua potable, facilidades sanitarias, salud, refugio, educación e información. Esta depende no solo del ingreso sino también del acceso a los servicios".
El fenómeno de la pobreza en la República Dominicana, no solo se relaciona con el desempleo, pues nuestra economía tiene una alta incidencia de ocupaciones informales que generan ocupaciones de baja calidad. De acuerdo a un estudio realizado en el año 2005 por la Unidad de Información Social (UIS) del Secretariado Técnico de la Presidencia, hoy Ministerio de Planificación y Desarrollo, más del 56% de las personas ocupadas para esa fecha pertenecían al sector informal. Y al desagregar la cifra por subsectores, en la agricultura y la ganadería estos porcentajes se elevan a 77 y 85 %. En el sector construcción alcazaba un 85%. En el comercio 70% y en transporte 73%. Estas cifras reflejan la baja calidad de los empleos en la economía dominicana, lo que se expresa, además, en bajos ingresos y exclusión de los planes de Seguridad Social.
El presidente electo, ha prometido iniciar a partir de su juramentación en la presidencia, un combate frontal contra la pobreza, enfatizando entre los aspectos fundamentales de esa acción, la creación de oportunidades para los sectores más carenciados. Para ello ha anunciado que creará los bancos de los pobres y de la mujer, con el propósito de “bancarizar” a estos segmentos carenciados de la población y así garantizarles créditos para que puedan desarrollar su emprededurismo y financiar sus pequeños negocios.
Danilo se propone, de acuerdo a su plan de gobierno, atacar la pobreza y el desempleo por diferente flanco: a) Mejoría de la calidad de la educación para que los hijos de los pobres al igual que los de toda la población tengan acceso a una educación de calidad. b) Inclusión de la totalidad de la población en los planes de seguridad social. c) Creación de cuatrocientos mil empleos formales y de calidad. d) Apoyo al campo dominicano proporcionándole asistencia técnicas (tecnología), financiamiento e información a los productores agropecuarios, así como mejoría de la infraestructura vial y productiva (caminos vecinales, carreteras, canales de riego, etc.), entre otras medidas.
Una cosa queda claro, el próximo gobierno está preocupado por crear las condiciones para que los desamparados de la fortuna puedan emprender el camino de la superación, y ello constituye una oportunidad que tiene que ser aprovechada. Pero al mismo tiempo se requiere responsabilidad de ambas partes. Me preocupan dos cosas: 1) La gran influencia que tienen los juegos, especialmente las loterías, en nuestra gente humilde. En la actualidad hay decenas de loterías a la semana. Esto tiene que ser regulado, y 2) El problema de la inseguridad y delincuencia. El gobierno tiene que crear las condiciones para proteger a la gente que trabaja y su propiedad.
Hablando con varios agricultores de mi campo natal, estos me manifestaban que no están dispuestos a trabajar, para que los ladrones les roben lo que producen, esto simplemente tiene que cambiar y quienes estamos más llamado a cambiarlo somos los ciudadanos. Así es que hay que prepararse para enfrentar las oportunidades y desafíos que nos esperan, para ello contaremos con la mano amiga del gobierno.