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martes, 15 de mayo de 2012

Actuando de buena fe

Lic. Jordi Veras


Desde pequeño fui criado con el concepto de la buena fe y hasta de la misma ingenuidad. Recuerdo tantas veces que mi papá, Ramón Antonio-Negro-Veras, me decía, al momento en que me aventuré a estudiar a la carrera de Derecho en la universidad; me expresaba su negativa a que yo estudiara dicha profesión. En el momento lo asumí como un reto que era capaz de conllevar y de superar.

Con el pasar de los años he podido comprender fielmente la actitud de él ante aquella negativa y mis sueños de estudiar leyes y hacerme abogado de los tribunales. En esta profesión son muchas las decepciones que se sufren, amén de que tienes que lidiar con que todo el mundo supone que todos los abogados y abogadas son sacados del mismo patrón o somos iguales. He dicho que en muchas ocasiones me ha traicionado o me han traicionado la buena fe. Es cuando recuerdo otro consejo de mi padre, cuando me ha dicho que: “se debe tener cuidado cuando se está peleando o en confrontación con un tíguere o rastrero, porque vas llevando la de perder”.

El hombre o mujer que no está acostumbrado a los valores que está generando está sociedad debe aprender a defenderse, porque ya el concepto de la 'palabra' o la seriedad de una persona hay que comprobarla mucho por el trato o sus hechos.

Lo que no puede ese hombre o mujer que ha sido criado con una educación en el respeto, es dedicarse a ser o responder en la misma manera en la que es tratado o en lo que hoy día se está padeciendo con los niveles de descomposición que acusamos.

Prefiero seguir acompañado de mi buena fe, aunque con el cuidado debido que te enseñan las decepciones, las mentiras y las pruebas. Pero nunca permitiré, si el Todopoderoso me ayuda, a responder en acciones con la bajeza, la traición y el engaño para con otros. Es mejor siempre actuar de cara al Sol y con la conciencia tranquila de que todo cuanto conllevas te puede dejar dormir tranquilo.

Es por todo esto, que siempre he dicho, que a pesar de lo ocurrido a mi persona en junio del año 2010, hace casi dos años, no es verdad que voy a permitir que el veneno del odio, de la venganza y de la desesperación entren en mi. No puedo equipararme jamás a quienes fueron mis asesinos, colaboradores y detractores en ese momento y que hoy intentan como cobardes, retardar la aplicación de la justicia.