Aunque parezca raro, a un Policía se le puede burlar sus derechos humanos, su integridad física, su vida. Estamos acostumbrados en el país a la brutalidad de sectores de la Policía, y nos olvidamos que ese cuerpo está formado por seres humanos. Las organizaciones representativas de los derechos humanos casi nunca recogen en su listado de fin de año, el número de agentes de policía que han muerto en atracos, o en el cumplimiento de sus deber. Esa es una falla. Como se destaca el mal accionar de los policías abusadores, así también se debe consignar a los que arriesgan o pierden la vida, en defensa de la ley y el orden.
Ahora mismo tenemos una preocupación por los agentes del orden público que mueren al ser atracados, en enfrentamientos con alegados delincuentes, o sencillamente para ser despojados de su arma de reglamento.
Siempre he dicho que hay policías abusadores, corruptos, pero que la mayoría de los integrantes del cuerpo de orden público son serios, responsables y respetuosos de su reglamento y uniformes.
Es necesario que la Policía se mezcle con la gente del pueblo, que haga labor social, para que las grandes masas la identifiquen como guardián del orden público, y no como un ente meramente represivo.
Inclusive, la policía no debe ver a las organizaciones representativas de los derechos humanos como sus enemigos o adversarios, sino como abanderados de una causa para evitar la barbarie y los atropellos.
El asesinato de agentes policiales para robarle su arma de fuego de reglamento, constituye un reto a las autoridades y a los sociedad, y la respuesta a los criminales debe ser contundente.
Si se pierde el respeto a la autoridad y en un gesto de desafío se desarma y asesina a policías, entonces hay que pensar en cerrar el país, o en imponer la ley.
Sencillamente pedimos que a los asesinos de agentes y oficiales de Policía se les trate con todo el puño de la ley. Los agentes de Policía también tienen derechos humanos, familias y son cumplidores de la ley, y la sociedad los debe proteger.
En ocasiones hablamos de los policías abusadores, de los que violan la ley, pero nos olvidamos de la cara de los que actúan responsablemente, y caen en el desempeño de sus funciones.
El jefe de la Policía cuenta con el apoyo ciudadano, para actuar con todo el peso de la ley, en contra de los asesinos de policías.
Los policías cuando son respetuosos de su uniforme y la ley y cuando se violan sus derechos ciudadanos, su derecho a la vida, tambien tienen defensores y dolientes