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miércoles, 28 de marzo de 2012

¡Terror de Salubridad en lugares de servicios!

Dr. Frank Espino.


(“La Libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan” Henri Becque)

Cuando usted decide salir a divertirse ya sea con su familia, amigos o con personas que les representen importancia en el plano comercial o profesional, lo más lógico es que se decida por ir a un lugar “seguro” “higiénico” y sobre todo “confortable” en el sentido estricto de la palabra.

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no somos capaces de valorar, ya sea por que vamos de prisa, por que solo estaremos un momento, o porque no somos autoridades para establecer dichos controles. Es decir “no nos importa mucho” en que condiciones se encuentra dichos lugares.

Si es de esas personas que son muy observadoras o exigentes en los gustos, estamos seguros que no se quedarán del todo complacidos por el lugar escogido, en la mayoría de los casos.

Notará, que desde la misma entrada a determinados lugares, no se observan las mínimas leyes de salud ambiental, ni de salubridad ya sea por que la música no se corresponda con el lugar, los espacios para desplazarse presenten algunos que otros obstáculos e incomodidades, ya sea porque un cable eléctrico esté al descubierto o por que algún objeto este mal colocado y pueda poner en peligro su integridad física.

Es posible, que una determinada rata, sea la “compañera accidental” en el lugar que escogió para sentarse, sobre todo al caer precipitadamente sobre la mesa, o una “elegante cucaracha” se pasea libremente por el vestuario o atuendo que usted luce para la ocasión. Esto no lo decimos como un sentido de alarma, ni mucho menos en sentido sarcástico. Simple y llanamente son algunas de las notas sobresalientes que hemos estado observando, cuando tenemos la oportunidad de asistir a determinados lugares.

Si usa buenos calzados, le sugerimos tenga la prevención de sacar un “seguro de contingencias” ya que al entrar a un “sanitario” de algunos establecimientos, los calcetines y zapatos pueden servir para formar parte de los desperdicios, ya que los llamados “baños”( no se porque le dicen así, ya que nunca he visto a nadie bañándose en ellos) la cantidad de agua regada, los desperdicios de papeles (si es que suelen ponerlos) y sobre todo la cantidad de dextritos esparcidos en el piso, son de tal magnitud, que dan la impresión de un ciclón reciente. En definitiva la mayor parte de esos “sanitarios”, tienen capacidad para 5 personas, es decir ¡uno entra, y cuatro empujan! Donde muchas veces los lavabos no sirven, y si sirven no hay jabón, ni mucho menos toallas higiénicas para el secado. Son contaminadores ambientales establecidos. Amparados por la pantalla de “un establecimiento público, de servicio”.

Por último queremos dejar sobre el tapete, las condiciones de salud de quienes preparan los alimentos. En su mayoría sin indumentarias requeridas. Sin las condiciones en la cocina, y en ocasiones hasta al servirla en las mesas son una muestra de la poca delicadeza.

Queremos hacer destacar, que no esperamos que todos sean gourmet. No. Sólo solicitamos el debido respeto a los que asisten a consumir, sobre todo, servicios pagados y muy costosos por cierto en algunos sitios.

Cuando de salidas de emergencias se refiere, le sugerimos que si no está pasando por una crisis de depresión con tendencia suicida, se límite asistir algunos lugares llamados “discotecas” donde la puerta de entrada es estrecha, no existen las señales de lugar, y donde no existen las más mínimas posibilidades de escapatoria ante cualquier eventualidad natural, provocada o accidental. Si ocurriera un fuego, o un temblor de tierra o el derrumbe de techos y paredes, la cantidad de accidentados y muertos sobrepasaría cantidades incontables.

Vista todas estas advertencias, sugerimos a las autoridades de Salud Pública, muy bien representas, tomar todas las medidas de lugar, junto a las autoridades policiales y el Honorable Cuerpo de Bomberos, así como a los Ayuntamientos, para que hagamos prevención, en conjunto, o en cambio la historia dará el último grito, y no tener que lamentarnos luego.

Estamos a tiempo de tener una población, más sana