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martes, 27 de marzo de 2012
Cuando el respeto y la hidalguía no tienen precio
Por Bolívar Balcacer
Se atribuye al filoso Friedrich Nietzsche el haber escrito que " La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño". Esta frase es perfecta para iniciar este trabajo, en el cual hemos de reconocer la seriedad y la pulcritud conque un grupo de comunicadores latinos de New York han tomado su profesión, permitiendo con ello darle prestigio a más de 45.5 millones de inmigrantes que residimos en los Estados Unidos de América.
Si bien es cierto que en los últimos años la comunicación al menos en New York ha entrado en una etapa de cualquierización, no menos cierto es que un grupo de legionarios, de verdaderos maestros de la moral y de los principios han podido batallar contra ese grupusculo de "cantinfleros" que con un micrófono o una cámara en frente, nos han querido denigrar como comunidad en el orden social, cultural y educativo, produciendo no más que basura.
Estos hombres y mujeres son verdaderos paladines, no soldados de guerra, pero su trabajo lo hacen apegado a la moral y a los principios de los pueblos sin perder su compostura humorística lo que le hace cada vez más cercanos y más humanos pero también más creíbles.
Cuando se observa el trabajo diáfano de Rafael Pineda o de una Merijoel Duran uno siente la firmeza de un autentico comunicador, igual situación acontece cuando nos paramos ante nuestros receptores y observamos el trabajo de un José Roig, Salvador Cruz, Max Pérez Jiménez, Armando Talavera o Beto Villa sentimos en cada palabra que emana de ellos a verdaderos maestros de la radiodifusión y de la comunicación en sentido general, estos hombres prestigian a nuestros pueblos.
El esfuerzo por demostrar disciplina y respeto para su publico se agiganta cuando encontramos tanto en la radio como en la televisión de New York a figuras del calibre de Rafael Pujols, Ricardo Espinoza, Ino Gómez, Reyis Lora, Francis Méndez, Janeiro Matos, Patxi Arias, Rosarina Bretón, Denis Oller, Mauricio Clavel, Jorge Ramos, estos soportes morales son especie de yunques que sostienen con hidalguía el prestigio de nuestro pueblo sirviendo de hacha para derribar los negros nubarrones que un descerebrado grupito lanza desde las mismas cabinas que ellos también ocupan.
La vulgaridad se adueña cada segundo de nuestros medios audiovisuales, la vulgaridad sin principios, el tigueraje sin clase tanto de hombres como de mujeres que han tomado la vía fácil de la comunicación para hacer daño a diestra y siniestra desde el puerto de la faranduleria, sector corrompido hasta el tuétano de los huesos, en lo moral, social, cultural y económico.
Es lamentable que la supremacía en ese desaguisado método la lleve sobre sus hombros un medio que debió ser puntero en material auténticamente moral como lo es Univision tanto en su división de Radio como de Televisión, nunca me he podido explicar como es que esta poderosa cadena permite la chabacanería en la ciudad de New York sin ponerle correctivos a los malos comunicadores que forman parte de su estandarte.
Es difícil ver un comportamiento cuestionable por parte de Jorge Ramos, de María Elena Salinas, de Teresa Rodríguez, de Don Francisco,Tony Dandrade, Lourdes Stephen, de Ilia Calderón y de otros tantos buenos y auténticos comunicadores que son la cara de las Américas desde Univisión, sin embargo no podemos decir lo mismo de ciertas alimañas que anidan en la gran babel de hierro.
Ese comportamiento serio, imitable si se quiere también arropa al canal 47 Telemundo, el que en su plantilla goza del prestigio de verdaderos maestros y maestras del mundo comunicacional, en este canal, el personal neoyorquino nunca se ve envuelto en dimes y diretes, en anarquias premeditadas y por el contrario goza no solo del respeto del publico y el empresariado sino que afianza su moral en el trabajo limpio y sin trampas para cazar bobos.
No todo está perdido en la comunicación radial y televisiva de New York, solo falta que se coja el toro por los cuernos y que sin perder la gracia se exija respeto al menos al publico evitando un carnaval de mediocridades de la que son hijos ciertas polillas que forman parte de la cadena univisión.
El Gordo y la Flaca debe revisar con tacto y prudencia que le conviene más si el escándalo inventado o la noticia trabajada con criterio, Univisión debe entender que su meta es ser rectora y guía de la comunidad, una oveja negra no puede hacer desgraciar el rebaño y en su entorno en new york existen no solo ovejas negras sino inmorales con micrófonos, Univisión no es de una comunidad en particular sino de un conglomerado general de naciones como patrimonio hispanoamericano.
Sépase que la seriedad y la hidalguía no tienen precio.