La Vega.- El Obispo emérito de la Diócesis de Santiago de los Caballeros, Monseñor Juan Antonio Flores Santana, aseguro este miércoles en La Vega que el Internet esta haciéndoles un tremendo daño a los jóvenes de hoy día, debido a que no leen y por consiguiente no desarrollan sus intelectos.
El ex obispo por 26 años en esta Diócesis de La Vega, reconoció que el Internet ayuda para buscar informaciones en diversos temas, pero evita que los jóvenes desarrollen la memoria.
En ese sentido, Monseñor Flores Santana aprovechó la puesta en circulación de su libro “Memoria y Experiencia Pastorales” para decirles a los jóvenes que no se dejen arrastrar por la vida fácil y cómoda a través del vicio y la mala vida.
Juan Antonio Flores Santana dijo que los jóvenes deben entender que se necesitan más esfuerzos para desarrollar al país y en ellos esta el mayor compromiso, por lo que les recomienda seguir construyendo el bienestar de todos.
Monseñor Antonio Flores Santana agradeció a Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, Rector de UCATECI y a Monseñor Antonio Camilo, Obispo de esta diócesis por su apoyo en la presentación del libro.
Monseñor Antonio Camilo presento al libro: “Memoria y Experiencia Pastorales”, quien recordó cuando conoció en Salcedo a Flores Santana, en una obra teatral, cuando fue su maestro en el seminario menor, además compartió muchas experiencias en la vida sacerdotal.
En la actividad estuvieron presentes además de lo antes mencionados, el Ingeniero Cesar Arturo Abreu, el licenciado Hugo Estrella, doctor Hugo Álvarez Valencia, el empresario y periodista Jorge Toribio en representación del Gobernador Guillermo Torres, seminaristas, medios de comunicación, invitados especiales.
Monseñor Juan Antonio Flores Santana fue el creador de varias instituciones entre ellas: La Diócesis de San Francisco de Macorís, la Catedral Inmaculada Concepción de La Vega, el Monasterio de las Carmelitas, el Acilo de Ancianos, el seminario menor Santo Cura de Ars, entre otros.
Fue el sacerdote que ofreció la Eucaristía del velatorio de las hermanas Mirabal y consolar al pueblo de salcedo en uno de los momentos más de tensión en la era de Trujillo.