Escrito por Julio Vásquez.
En nombre de la santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo por mi honor y mi conciencia en nombre de vuestro presidente, Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano, y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominara República Dominicana, la cual tendrá su pabellón tricolor, en cuartos encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: DIOS, PATRIA Y LIBERTAD. Así lo prometo ante Dios y ante el mundo; si tal hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjuro y la traición si los vendo”.
Luego de suscrito el documento, con sangre sacada por cada uno de los firmantes de sus venas, Duarte continuó sometiendo a la aprobación de sus discípulos los demás pormenores del plan por él concebido.
La creación de La Trinitaria, fue sin duda lo que dio paso, a que hoy seamos una Nación, con una Bandera, un Himno y un Escudo, ¡Vivan los héroes que han hecho que nuestro país sea libre!.