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viernes, 23 de diciembre de 2011

La gran diferencia en Acroarte

POR CESAR DALMASI.
cesardalmasi@hotmail.com


La gran diferencia en Acroarte es la siguiente, si en este año se celebraran elecciones en la entidad, en esta época de navidad y año nuevo, los correos electrónicos, los blogs, los espacios de los compañeros en las redes sociales, estuvieran saturados de mensajes, deseándole lo mejor de lo mejor a todos los miembros de Acroarte, y prometiendo hasta la loto a cada uno.

Pero como las elecciones están distantes de esta fecha, usted no observa esa saturación de mensajes; esa es precisamente la gran diferencia, no se es coherente con el sentimiento que se expresa en tiempos de elecciones y el tiempo posterior a ésta.

La gran diferencia está en que para los tiempos de campaña interna y para las elecciones los abrazos y las llamadas, están al granel y a la érden del día de parte de los candidatos, no importa del bando que sea y la de sus adeptos, lean bien, HE DICHO NO IMPORTA DEL BANDO QUE SEA, y es una lástima que esa sea la irrefutable realidad que se vive en Acroarte.

La gran diferencia está en que Acroarte, ha perdido su esencia y la han arrastrado cual si fuera un ventorrillo en donde a las cosas menudas en estos últimos años le han dado más valor que a la verdadera necesidad, y esto ha ido apagando la llama y ha desinteresado a gente valiosa, muy buena y muy seria, que hoy día están alejados de la entidad y otros que están haciendo lo mismo.

La gran diferencia está en que cuando alguien grita a viva voz, la verdad monda y lironda, en esa entidad te ven como enemigo los nuevos dirigentes de los últimos dos lustros y quisieran desaparecerte del mapa como se dice en buen dominicano. Más en mi caso no importa, hay que seguir con este sermón de adviento, cual si fuéramos Fray Anton de Montesinos.

Pero siendo sincero, la culpa no es directamente de los dirigentes que se ha gastado Acroarte en la última década, es de mucha gente que hace vida a lo interno y fuera de la entidad. Gente y entidades incluso que no son miembros pero que de alguna manera accionan para provocar lo que les convenga; esa es la gran diferencia.

Definitivamente, la gran diferencia está en que aún se está a tiempo de que Acroarte resurja, se encauce por los senderos que le dieron origen, a fin de valorarse ella misma como entidad y de que prevalezca el respeto a la dignidad colectiva y particular en Acroarte.

Por eso en esta navidad y en el inicio del año 2012, no le envío en mi caso particular una tarjeta ni una nota de felicitaciones, más bien quiero hacer un llamado a la reflexión, a cada miembro y a cada dirigente de la institución a los fines de que valoremos equilibradamente y sin pasiones e intereses mezquinos y particulares, el futuro de Acroarte.

Dejo claramente establecido que no tengo nada en contra de quienes dirigen y han dirigido de forma incorrecta a Acroarte. Más bien tengo la intención de que se haga una parada y veamos el antes y el ahora pero sobre todo el futuro de Acroarte. ESA ES MI FELICITACION, DIGO, MI REFLEXION, en este tiempo.