Escrito por
Pedro González
Hoy se cumplen 500 años del famoso, aunque casi desconocido para los creyentes de mi generación, “Sermón de Montesinos"…
Hace ya 500 años, hacia 1511 llegó a la Española (Santo Domingo) un grupo de frailes dominicos. Estos frailes estaban dotados de un gran sentido de la justicia. Levantaron un templo y un convento. La indignación de estos hombres ante la injusticia que veían en esa sociedad les hizo hablar, y en la prédica de un domingo subió al púlpito fray Antón Montesino y dejó las cosas bien claritas en nombre de toda la comunidad. Lo pongo entero, que si le quitas trozos parece que el mensaje pierde:
Para os los dar a cognoscer me he sabido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto desta isla, y por tanto, conviene que con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oir.
Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbres aquellos indios? ¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muerte y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine y cognozcan a su Dios y criador,sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos?
¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo.
Por lo visto los sermones de Montesino impactaron en la conciencia de Bartolomé de Las Casas, que lo escuchó de primera mano y lo llevó a la posterior conversión. A Montesinos los sermones le supusieron la persecución por parte de otros cristianos.
Y resulta que hoy mismo leo esto de la ex-empleada de clínica abortista Abby Johnson:
Al principio, el bebé no pareció darse cuenta de la presencia de la cánula, que se había acercado con sigilo a un lado del cuerpo. Por un instante sentí alivio. Por supuesto, pensé. El feto no siente dolor.
El siguiente movimiento fue la repentina sacudida de un pequeño pie. El bebé daba patadas, como si intentara huir del extraño invasor. Mientras la cánula avanzaba, el bebé empezó a luchar por darse la vuelta. Estaba claro que el feto podía sentir la proximidad de la cánula y que aquello le daba mala espina.
Miré de nuevo la pantalla. El médico había girado la cánula y pude ver un cuerpo minúsculo retorcerse violentamente. Por un breve instante pareció como si el bebé se hubiese escurrido como un paño de cocina, retorcido y arrugado. Y entonces el pequeño cuerpo se estrujó y empezó a desaparecer ante mis ojos por la cánula. La última cosa que vi fue una columna vertebral, diminuta y perfectamente formada, succionada por el tubo. Se había acabado. El útero estaba vacío.
Y vuelvo a leer el Sermón de Montesinos…
Así parece la voz de la Iglesia, esta vez en el tema del aborto, la voz de Cristo en el desierto de esta sociedad. Claro que siempre hay algún tarambana suelto capaz de intentar justificar lo injustificable, los “derechos de autodeterminación” de los esclavistas, perdón, quería decir de los abortistas…