En medio de expresiones de tristeza, dolor y elogios, fueron sepultados hoy en el cementerio municipal del Ingenio Arriba de Santiago, los restos de un sargento de la Armada de Estados Unidos de origen dominicano, muerto a balazos en combates con fuerzas talibanes en Afganistán el 23 de septiembre.
El cadáver de Rafael Enrique Bigaí Báez, fue traído al país el martes por el Aeropuerto Internacional del Cibao y expuesto en la funeraria Blandino de esta ciudad por donde desfilaron familiares, amigos y relacionados.
Previo a su sepelio, una delegación de infantería de la Armada de Estados Unidos y un batallón de las Fuerzas Armadas dominicanas, le rindieron los honores correspondientes.
Un dato paradójico y triste que aportan sus familiares es que el soldado, que deja en la orfandad a dos niños de cuatro y siete años, cumplía 28 años de edad el mismo día que cayó abatido.
Según los informes, el militar comandaba un convoy que fue emboscado por rebeldes talibanes.
Sus padres Miguelina Báez y Ramón Bigai, definieron a su hijo como un hombre ejemplar que se había graduado de ingeniero químico en la Universidad de Puerto Rico.
Asimismo, informaron que la noticia de la muerte de su vástago los tiene postrados en el más profundo sentimiento de dolor.
Conforme a sus familiares, su gran deseo era pertenecer a la Armada de Estados Unidos, en cuyo cuerpo castrense llevaba ocho años y ascendió rápido por su conducta, capacidad y sus meritos académicos.