Félix Jacinto Bretón
Mucho tiempo duraron para aparecer! Me refiero a las bocinas pagadas que han salido a defender lo indefendible, a querer tapar la luz del sol con un dedo y a contradecir aquello de que “la clase no se suicida”.
No me mencionan directamente, tal vez por irresponsabilidad o quizás por otros motivos, pero me siento aludido porque hice algunas críticas en tres trincheras consecutivas que publiqué semanas atrás.
Desmenuzaba, en ellas, la situación que se me presenta con la administración municipal ya que una deuda institucional que arrastro, no me ha sido saldada, y cuestionaba la actitud asumida por el alcalde Gilberto Serulle en mi contra.
Las bocinas no perdieron tiempo. Tenían que justificar “la cogioca” que tienen en la alcaldía por lo que -en vez de alinearse y brindar solidaridad al colega y al amigo- han salido en defensa de la alcaldía y su principal ejecutivo. Cosa que, en una sociedad de anti-valores, para mi nada de extraño tiene. Al contrario, esperaba que eso llegara.
Entre otros, me encontré con un “enjundioso artículo” bajo la firma de mi compueblano y compadre Nelson Peralta, con el título “Acción transformadora de la Alcaldía de Santiago”, que es una verdadera “apología” y digno de figurar en el libro de records mundiales.
En el mismo, hace una “ardorosa defensa” de las ejecutorias del alcalde “socialista” y termina con la frase de Don Quijote: “Ladran Sancho, señal de que cabalgamos”.
De manera responsable, y sin tener que escudarme detrás de las sombras -porque mi vida y mis actuaciones siempre han sido transparentes a la luz del sol- proclamo en esta entrega que yo, mientras tengas fuerzas, voy a seguir ladrando.
Pero ladro y ladraré siempre por mis derechos y por los derechos de los demás. Cuando, en mis trincheras pasadas cité al alcalde y critiqué su actitud, su comportamiento y su gestión, lo hice con la autoridad moral que siempre me ha acompañado en mi vida profesional.
No estoy mendigando, no estoy pidiendo nada que no me corresponda. Simplemente le solicité a Serulle que me saldara una deuda institucional que tiene la alcaldía conmigo, lo que él se comprometió a resolverme.
Además, de por medio están también mis prestaciones laborales como empleado municipal hasta el 1 de septiembre del 2010, cuando fui cancelado. Me tocan más de 80 mil pesos por ese concepto. Pero, hasta ahora, no he visto nada de nada
¿Entonces, tengo derecho o no a ladrar? El alcalde “socialista”, de una gestión “socialista” no ha querido cumplir en lo más mínimo con este periodista socialista.
Un periodista que a lo largo de más de 30 años en ejercicio no ha acumulado fortuna, no tiene cuentas bancarias, vive en un aparta-estudio alquilado, es decir que no tiene apartamentos, ni casa construida pidiéndoles migajas a los políticos o empresarios.
Un periodista que no tiene cabañas, ni en Jarabacoa ni en ningún otro lado y que, tampoco, tiene jeepeta de lujo sino una “chobita vieja” que se cae a pedazos.
Con este periodista, que ha sido solidario con su clase y con el pueblo, que ha estado preso por defender a Cuba y su Revolución, que ha sido perseguido y amenazado, el alcalde “socialista” no ha podido cumplir ¡Por eso ladro c…!
Y que las bocinas se preparen, que seguiré ladrando “aunque le pese al demonio y a toda su compañía”. Solo que yo ladro por mis derechos…y otros, para que les lancen huesitos desde la alcaldía ¡seguimos en combate!