Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, afirmó ayer que la inseguridad social que impera en el territorio dominicano, ha llevado a que la mayoría de las casas no importando que sean viviendas o negocios tengan que estar rodeadas de rejas por todas partes, como los presos.
El arzobispo de Santiago al analizar la problemática, indicó que las casas o negocios del país tienen rejas en las puertas y en las ventanas.
Manifestó que al igual que en las prisiones, también los presos están detrás de las rejas, porque la delincuencia “nos ha llevado a vivir a todos detrás de las rejas”.
Dijo que a los presos, por sus hechos, y a los ciudadanos normales por la inseguridad reinante causada por aquellos que están presos o todavía están sueltos.
“Solamente nos salva a nosotros, el volver a la ética, a los grandes valores”, informó, tras recordar con añoranza aquellos tiempos en los que los dominicanos “podíamos hasta dejar las puertas abiertas, porque se respetaba, porque había valores”.
El arzobispo de Santiago explicó que cuando de la libertad se hace un libertinaje, “cuando se olvida que es más importante el cumplimiento de las leyes morales, de las leyes que nos unen, entonces se vuelve a las rejas o se vuelve a una dictadura.