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miércoles, 10 de agosto de 2011

Saulo Hidalgo anuncia su próximo evento


Santo Domingo
“Jesús, mi última esperanza” es el nombre de la actividad de sanidad y milagros que trae el predicador católico y líder del Ministerio Levántate y Anda, Saulo Hidalgo, en beneficio de los niños del hogar del Padre Fantino de la provincia de La Vega y otro hogar de Moca.

Traer un mensaje de esperanza para levantar las relaciones de los hogares dominicanos a través de la predicación de la Palabra de Dios es parte de los objetivos de este evento que será realizado el 27 de agosto en el Pabellón de Combate del Centro Olímpico a partir de las 6:30 de la tarde. En la parte artística se estarán presentando la banda local Fuente de Alabanza y desde Macalen, Texas, Marita Garza.

El predicador invita a todo aquel que crea que Dios puede hacer algo maravilloso en su vida y se atreva a recibir un milagro a no faltar al evento.

Testimonio
“Yo sólo oro y le digo a la gente que crea porque Jesús es su última esperanza”, fue una de las frases que expresó el predicador mientras describía la forma en la que Dios se manifiesta en este tipo de eventos. Considera que las mismas señales que se expresaban antes son reales hoy, y que cuando una persona ora con fe cosas grandes pueden suceder.

Hace 21 años que Hidalgo tuvo su encuentro con Dios, aún siendo muy joven. Para él fue impactante el cómo Dios llegó a su vida, pues dice que le ofreció algo demasiado bonito que no quiso rechazar e inmediatamente empezó a recibir un deseo por conocerle y ayudar aquellos que estaban en necesidad a su alrededor.

Desde entonces inicia un proceso de preparación para el servicio a Dios, dedicando todo el tiempo posible al estudio y la predicación de la Palabra. Dice que sin saber casi nada empieza a predicar intensamente. Luego pasan unos ocho años y tiene un accidente en un caballo del que fue salvado milagrosamente, cuando estuvo a punto de ahogarse.

Su vida en aquellos tiempos transcurría trabajando desde las siete de la mañana en una construcción, pues se gradúo de Ingeniería Civil, y durante la noche se vestía de saco y corbata para predicar, hasta que Dios lo llama a tiempo completo para el servicio. Se lanzó, dejó todo, cerró su negocio, pero siempre contó con el apoyo de su familia.

Empezaron a ocurrir grandes milagros en los eventos. “Sólo oramos y damos una palabra que sacude y los paralíticos se levantan”, afirma. Al mismo tiempo fueron momentos precarios económicamente, pero también de mayor crecimiento en lo espiritual y personal.


UNA HERMOSA AVENTURA DE FE
Mi experiencia ha sido una aventura de fe que me ha llevado por cuatro continentes viendo gente con necesidad, familias destruyéndose y Dios haciendo milagros y tendiendo la mano al caído. Se define como una persona perseverante y concluye diciendo estas frases que lo han guiado por su trayectoria: “Si no eres capaz de ponerte de rodillas delante de Dios, no eres capaz de ponerte de pie delante de los hombres” y “Del hombre no se cuentan las veces que ha caído, sino las veces que ha sabido levantarse”.

Hay que creele a Dios"
En su vida, las cosas se empezaron a poner difíciles económicamente, fueron sus momentos más precarios donde después de haberlo tenido todo se enfrentó a circunstancias en las que no tenía ni para echar combustible al carro.
No obstante, refiere que fue una época de gran crecimiento y aprendió a dar esperanza, a caminar sobre el agua aunque haya tormentas, a creer en sus promesas y a enseñar a otros a que hicieran suyas esas promesas, pero sobre todo resalta que aprendió a creerle a Dios, que no es lo mismo que creer en Dios.