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viernes, 1 de julio de 2011

¡Esto está dificil!

Felipe de Jesús Colón Padilla.


Cuando estoy en contacto con la gente por algún motivo, escucho cosas buenas que me llenan de alegría y esperanza, pero también escucho quejas, y esas quejas siempre son de índole económico: “esto está difícil”.

Esta expresión la externa el cristiano y el no practicante. Tanto la alimentación corporal como la erradicación de una determinada enfermedad es una necesidad humana. No es igual el ayuno voluntario que el involuntario. Pero si nos preguntamos por qué muchos dominicanos pasan hambre, hay aquí algunos factores a tomar en cuenta: la tasa de desempleo significativo, los bajos salarios, la percepción del pueblo de que hay corrupción pública y privada, la mala administración de los que perciben ingresos. Se gasta dinero en cosas superfluas y no en asuntos estrictamente necesario. En otras palabras, jerarquizar los gastos. Se recomienda reducir las actividades de ocio: cine, playa, etc.

Decía el Señor Arzobispo de Santiago, Mons. De La Rosa, en la Misa de Corpus Christi, el pasado jueves 23 de junio, que él espera que ningún dominicano se acueste con hambre.

En tiempos de crisis no debe faltar el brazo solidario a los más desposeídos. Decía Néstor Paz: “el amor lo entiendo como una urgencia de solucionar el problema del otro”.

Si en el campo de la fraternidad evangélica no somos muy realistas, estamos simplemente teorizando. Y con simples teorías el amor al prójimo (mandamiento principal de Jesús) no se cumple.

El problema concreto del otro es el campo de la fraternidad evangélica. En la solución del problema real de los demás debo manifestar mi amor. Saliendo de mí mismo y yendo en busca de la solución precisa del prójimo (próximo), de quien me necesita.

Si quieres amar de verdad, no te encierres obsesionado en la solución de tus propios problemas, piensa además en los que puedan tener los que están a tu lado y haz algo concreto para solucionarlos. Estamos llamados a ser profetas, denunciemos lo que está mal, pues muchos males vienen del mismo aparato estatal obsoleto en muchas de sus estructuras, pero al mismo tiempo seamos solidarios desde Cristo.

El autor es: Vice-canciller del Arzobispado de Santiago, juez del Tribunal Eclesiástico y párroco de la Parroquia Transfiguración del Señor.