A sus 82 años, Francis Santana ha grabado más de 70 discos, de larga duración (long play) y digitales, imprimiendo su voz a varios géneros musicales, sin perder la melodía, el ritmo, la fuerza y la pasión.
Es un artista que le entra a “to’”. “Me hice cantante en los cabarets, hace ya muchos años. Iba un cubano y pedía un son, me encontraba un argentino y pedía un tango, y así sucesivamente. Iba mucha gente a pedirme diferentes temas, y como uno es cantante tenía que aprendérselo. Entonces, yo cantaba todos los géneros.
Pero a mí, el que más me gustaba era el son y, claro, el merengue”, dice sentado en un cómodo sillón en la sala de su residencia, donde recuerda sus inicios en el arte como una oportunidad que le brindó la vida cuando en su juventud “era sencillamente un aprendiz de mosaísta que apenas ganaba un peso y medio para sostenerse”.
Inició con un primo que tenía un sexteto en Villa Consuelo. De ahí al Conjunto Moderno, “Sexteto Moderno” en 1944. Después con Antonio Morel por el 1947.
“En aquel entonces, habían muchas fiestas y yo me fui con mi primo. Desde ese día, no fui más un aprendiz de mosaísta. Mi primo me daba tres pesos y medio por tocar guitarra y cantar”, recuerda. Luego llegó a formar parte de las orquestas de grandes músicos dominicanos como Rafael Solano, Papa Molina, Antonio Morel, Héctor de León y Rafael Colón.
Con humildad y la voz un poco ronca, comenta que gracias a Dios siempre sus compañeros lo han apoyado, a pesar de que siente que nunca se le ha reconocido con un Casandra.
A “El Songo”, como es conocido Francis Santana, le gustaría que se le recuerde por sus merengues, por sus sones y por su forma de ser. Pero de seguro, sus aportes al bolero también será una razón obligada para mantenerse en la memoria de los melómanos más exigentes.
“Ahora para febrero cumplí 67 años cantando. Siempre he tenido en cuenta que para ser artista hay que reunir muchas condiciones. Hay que ser cómico, locutor, cantante, músico. En este negocio uno recibe muchos aplausos, pero también recibe gente que lo trata muy mal. Gracias a Dios no he recibido eso, porque toda mi vida he estado bien con todo el mundo, con el público, en los años que tengo cantando.”
El homenaje que le harán en festival lo ha sorprendido
Juan Francisco Santana, su nombre de pila, se mostró sorprendido por el homenaje que se le hará en la Plaza Juan Barón, en el marco del Festival de Merengue Brugal 2011, por sus más de 60 años de vida artística. “A mí no me habían dicho nada de esto. Mi esposa fue que lo vio en el periódico y llamó a Brugal para ver si era cierto. Pero me siento muy bien por ese reconocimiento”, dijo.
Aunque se formó primero como merenguero antes de ser sonero, afirma que siempre llevó la música en las venas como una herencia. Aún mostrando el cansancio propio de los años, Francis Santana sigue entonando su voz y se le puede escuchar todos los domingos con el grupo Bonyé en las históricas Ruinas de San Francisco, de la Zona Colonial, a partir de las seis de la tarde.
A finales de este año también piensa meterse a los estudios para grabar otro bolero de Juan Lockwart, “Frutas en sazón”.
“Aún me quedan dos o tres años más. Tengo la pasión y la fuerza para cantar”, afirma.
Entre las canciones que citó como resortes en su carrera están las de Rafael Solano, “Me ayudó ‘Te Felicito’ , ‘Corazón loco’, ‘Y mañana’, ‘Hay noches’ y “Sígueme”, esta última de Manuel Troncoso”. También menciona el disco que le produjo Víctor Víctor.