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martes, 14 de junio de 2011

Trujillo y las “diásporas” dominicanas


“Se que con lo que les he dicho, ahora ustedes de seguro estarán interesados en saber en donde esta ese dinero de las comunidades del exterior, ¿quién se lo cogio? Ese dinero acumulado daría, quizás, para pagar la deuda externa. Pero vamos a dejar para el siguiente articulo las informaciones de adonde es que hay que ir para buscar esos fondos perdidos desde hacen mas de cinco décadas. De seguro que los medios de comunicación y los dominicanos que vivimos en el exterior estaríamos ansiosos de saberlo, y ese es un secreto bien guardado: El Botín de los consulados”

No se si notaron que hemos titulado diáspora entre comillas, y es porque existe un gran error conceptual entre lo que fuimos hacen décadas y lo que somos en la actualidad las Comunidades Dominicanas del Exterior. Y es mas que evidentemente que ese error reiterado nos viene reportando un costo económico, social y político – no solo para nuestras comunidades, sino para el país - que tiene una connotación y expresión institucional en el gobierno dominicano, y que es resultado de la manera o tratamiento egoísta, caprichosa e interesada que las clases políticas que sucedieron al generalísimo Rafael Leonidas Trujillo y Molina han dado a nuestras comunidades del exterior desde la dirección del estado, ya hacen mas de cinco décadas.

En aquel entonces la vida en exterior de nuestros conciudadanos eran meramente transitorias en el exterior– un pie aquí y otro allá – Nosotros hablamos de antes de los años 70s, porque en los 80s en adelante se empieza a cuajarse, o mejor dicho a verse la cultura transnacional.

Se podría decir que hoy en día, sin embargo, solo en los estados unidos, según su último censo, alrededor de un millón y medio tienen su residencia en este país. Sabemos que aun existen algunos problemas migratorios, pero la mayoría han decidido vivir en el exterior y ya se están adaptados culturalmente, con trabajos y estructura socioeconómicas y productivas estables; y hay quienes ya tienen o cuentan con redes productivas conectadas al país; lo que sin lugar a duda establece una gran diferencia entre lo que eran las diásporas y la transnacionalidad que somos ahora. Pero esta realidad es muy poco conocida o mas bien desconocida.

Lo que si se conoce y se dice es del envió billonario de dólares en remesas y su impacto indispensable en la estabilidad de nuestra economía; sin embargo en esta nueva sociedad o democracia que vivimos, para nada se toma en cuenta las grandes calamidades por la que atraviesan muchísimos dominicanos residente en el exterior; y es tan así, que existe ocasiones en el que muchas de ellas ha tenido que recurrir a operativos de recolección de dinero entre familiares y amigos, hasta para enviar al país los restos mortales de muchos de nuestros compatriotas, muy a pesar de que existen un fondo que, aunque mínimo, acumula un 5% de los derechos consulares recaudados por los consulados, según la ley no 4378, sobre Secretarias de Estado, que data del año 1956, es decir de la era de Trujillo.

De esta ley nadie dice nada, y da pena, comentaban con algunos compañeros, que a medio siglo y en un sistema dictatorial como del Generalísimo Rafael L. Trujillo, hubiera institucionalmente un mejor sello de respeto, y una superior voluntad, si así se pudiera decir, de servicio a la patria y en especial hacia la comunidades, muy reducidas por cierto, de dominicano en el exterior.

Durante el gobierno de Trujillo – desde su ajusticiamiento nada útil ha sido producido para nuestras comunidades diásporas y transnacionales – fue creada La Caja de Auxilio o fondo para los dominicanos expatriados, eso fue en el ano de 1956, mediante la Ley no.4378 sobre la Secretarias de Estado, del 10 de febrero del 1956, G.O. 7947, de febrero de 1956.

Para darles a ustedes una idea de la finalidad de la referida ley, permítanme citarles el articulo no.137: “serán preferentemente auxiliados los enfermos, ancianos, inválidos, mujeres y niños dominicanos. En el caso de que varios dominicanos requieran a la vez auxilios, el Cónsul deberá atenderlos equitativamente, según sus necesidades”. Aquí solo falto que se dijeran a las mujeres solteras. En el artículo 138, también se habla de la ayuda a los repatriados, en fin, vemos todo una vocación de servicio, a pesar de los pocos dominicanos que vivían en el exterior para entonces, y de que no se enviaban remesas al país.

Se que con lo que les he dicho, ahora ustedes de seguro estarán interesados en saber en donde esta ese dinero de las comunidades del exterior, ¿quién se lo cogio? Ese dinero acumulado daría, quizás, para pagar la deuda externa. Pero vamos a dejar para el siguiente articulo las informaciones de adonde es que hay que ir para buscar esos fondos perdidos desde hacen mas de cinco décadas. De seguro que los medios de comunicación y los dominicanos que vivimos en el exterior estaríamos ansiosos de saberlo, y ese es un secreto bien guardado: El Botín de los consulados.

Por: Félix Rodríguez

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