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domingo, 12 de junio de 2011

A los héroes y mártires del 30 de mayo y 14 de junio


A los héroes
se les recuerda sin llanto,
se les recuerda en los brazos,
se les recuerda en la tierra;
y eso me hace pensar
que no han muerto al final,
y que viven allí
donde haya un hombre presto a luchar,
a continuar.

No hay nombres
de los que caen en las costas,
de los que caen en los montes,
del que cayó con el machete
en el mismo lugar
que tiempos más atrás
cayeron otros,
otros sin nombre….

Hoy recuerdo con gratitud eterna a los héroes y mártires de la Patria, los que desecharon las comodidades, olvidaron sus compromisos familiares y vendieron hasta sus pertenencias para asumir con decisión, valentía, coraje, patriotismo y sublimidad la lucha por la libertad y la independencia de nuestra República Dominicana, como lo fueron entre otros muchos, los del 30 de Mayo y el 14 de Junio.

Hoy recuerdo sin llanto, pero con orgullo, a los héroes y mártires que la noche del 30 de mayo, de 1961, pusieron fin a la más sanguinaria dictadura que recuerde la historia contemporánea al rellenar el cuerpo de plomo del sátrapa malvado, cruel y despiadado Rafael Leónidas Trujillo Molina (Chapita).

Hoy recuerdo, con igual sentimiento, a los héroes y mártires del 14 de Junio, aquellos que en 1959…”llegaron llenos de patriotismo, enamorados de un puro ideal, y con su sangre, noble encendieron, la llama augusta de la libertad”. Los del 59 iniciaron el fuego. Los del 61 se encargaron de avivar las llamas para arrasar con la dictadura de 30 años que sojuzgó y lleno de sangre el país.

El sacrificio de aquellos y estos, de estos y aquellos, que Dios bendijo, la Patria eterna glorificara, como homenaje a los valientes que -en 1959 y 1961, en 1961 y 1959- cayeron “de cara al sol”, luchando por la libertad.

Recuerdo, entre otros, a Antonio de la Maza, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Modesto Díaz, Luis Manuel Cáceres (Tunti), Antonio Imbert Barreras, Luis Amiama Tió, Modesto Díaz y el Teniente Amado García Guerrero.

La historia también se escribió a sangre y fuego en 1959 cuando, fusil en ristre, los hombres del 14 de junio desembarcaron por avión o llegaron por las playas, buscando internarse en las lomas, para combatir la tiranía. Lo hicieron a sabiendas de que era una tarea de cíclopes.

Estos no llegaron lejos con la misión. Fueron perseguidos y exterminados como “moscas” por los perros de la tiranía. Apenas unos cuantos sobrevivieron para que contaran la historia, entre ellos el comandante cubano Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal, que apenas contaba con 17 años.

Mientras que los que participaron del ajusticiamiento de “Chapita”, el 30 de mayo, fueron salvaje y cobardemente asesinados en horas. Las bestias no perdonaron ni siquiera a familiares cercanos, ni lejanos, ni tampoco a vecinos, ni amigos.

Nuestro mayor consuelo es que el sacrificio y ejemplo de aquellos y de estos, de estos y de aquellos…..
se ha convertido en puñal,
se ha convertido en fusil,
se ha convertido en la trinchera
de la voluntad,
de la palabra amar,
de la conciencia
y de la muerte.

¡Vivan los héroes y mártires de la Patria, los del 14 de junio y los del 30 de mayo! ¡seguimos en combate!