La recomendación hecha por el Ministerio de Estado de Salud Pública y Asistencia Social para que las personas de manera individual y las familias como un todo procuren cultivar extremas inclinaciones a la higiene, entronca con un tema en el que LA INFORMACIÓN ha sido recurrente a lo largo de los años, pero sobre todo desde que fueron dados a conocer los primeros casos de cólera en la República Dominicana.
Este diario apoya el llamado de Salud Pública aunque también pide que sean permanentes y por vía de todos los medios disponibles, incluyendo la educación directa a través de los promotores de salud, las campañas para procurar que las personas en las zonas rurales, en pequeños pueblos y en ciudades se habitúen a practicas higiénicas, al margen de que estemos o no infectados por el cólera, que la leptospirosis sea un mal que pueda llevar a muchos a la tumba o que, como en el caso de las diarreas mortíferas que está afectando a los alemanes y a otros europeos por estos días, pueda llegar hasta los dominicanos por la expansión y diseminación de la bacteria que la produce, la Escherichia Coli.
En semanas recientes, Salud Pública ha integrado estudiantes de la Carrera de Medicina de las distintas Universidades del país, a un programa de detección de enfermos que pueden estar afectados del cólera, por lo que no será difícil que con un adecuado entrenamiento y apelando a su personal experiencia para mantener una asepsia mínima en las prácticas de los estudios médicos, esos jóvenes puedan ser reclutados para realizar la labor que se recomienda, tarea que, al cumplir un determinado número de horas y a partir de informes escritos requeribles por Salud Pública conforme un modelo predeterminado, les sea reconocida como pasantía.
Después de todo, Salud Pública no cuenta con recursos para atender las solicitudes de pasantía que se presentan cada año, lo que obliga a jóvenes que alcanzan el término de sus estudios a esperar largos períodos para cubrir una plaza de pasantía ya existente, lo cual demora, como consecuencia, su incorporación al ejercicio médico o su participación en cursos de residencia o especialidad y aún en programas de becas para médicos graduados que puedan ser ofrecidas desde el exterior.
Gravamen oportuno
De todas las propuestas encaminadas a procurarle más recursos al gobierno central para continuar el polémico mecanismo de administración cumplido hasta el presente, el único verdaderamente justo y conveniente, es el de los juegos de azar, pues a los pueblos debe disuadírseles para que, en vez de confiar en el azar, pongan su futuro en manos de su trabajo y alienten el triunfo de mecanismos y políticas de justicia social y distributiva propiciados por la autoridad pública.
El juego, tanto en lo que toca a los propietarios como a los jugadores, debía ser gravado por un porcentaje mayor que el propuesto, pues con ello se evitaría que muchos que terminan enviciados se inclinen por dedicar gran parte de sus ingresos a los garitos, los billetes y quinielas o las bancas, obligándolos a pensar más en sus familias, antes de pensar en el azar.