Oliver Jiménez.
Existen dos formas de obtener la ciudadanía estadounidense, ya sea por nacimiento o por el proceso de naturalización mediante el cual un residente norteamericano solicita para convertirse en ciudadano del referido país. Para tal objetivo se necesita cumplir con ciertos requisitos dentro de los cuales se encuentra la residencia continua, es decir, la presencia física de la persona por lo menos cinco años en Estados Unidos no debiendo haber permanecido más de ciento ochenta días fuera del territorio en los últimos treinta meses.
Es importante resaltar, que la exigencia de los cinco años de presencia física varía dependiendo de algunos casos, verbigracia si la residencia se obtuvo mediante matrimonio con un ciudadano norteamericano en donde el residente sólo tendrá que esperar tres años para solicitar. También en el caso de los militares y de los naturalizados por derivación el tiempo aún es menor. Otro de los requisitos es el poseer cierto conocimiento del idioma inglés, pues la persona deberá contestar las preguntas que le haga el oficial en la entrevista y de igual forma examinarse acerca de la historia y la estructura del gobierno estadounidense en dicho idioma.
El solicitante debe tener en cuenta el distrito al cual enviará la solicitud de ciudadanía (n-400), pues requerirá haber vivido al menos tres meses en éste antes de aplicar. Debe mostrar solvencia moral, lo que implica no haber cometido un delito grave ni tener una conducta inapropiada que refleje irrespeto a las normas establecidas por la sociedad, del mismo modo deberá prometer en la ceremonia de la juramentación adherencia a la Constitución de los Estados Unidos estando dispuesto incluso a defenderla en cualquier momento. El proceso de naturalización suele ser más expedito en algunos lugares dependiendo del estado donde se aplique, llevándose en promedio unos seis u ocho meses.
Lograr la ciudadanía norteamericana implica automáticamente adquirir mayores ventajas y derechos, pues el naturalizado no sólo puede participar (votar) en las elecciones y decidir en los destinos de esta nación sino que puede obtener ciertos empleos en el área federal reservados para éstos. Otra ventaja de la que goza un ciudadano es la que respecta a la amplitud de su rango en lo referente a las peticiones familiares, ya que no sólo puede pedir cónyuges e hijos (solteros y casados), sino también a los padres y hermanos. En definitiva un naturalizado tendrá las mismas prerrogativas que un ciudadano que haya nacido en los Estados Unidos, exceptuando la posibilidad de optar por la presidencia y vice-presidencia del país.