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viernes, 13 de mayo de 2011
La Vega, cuna de la evangelización.
Concepción de La Vega o La Vega, fue la puerta que dio paso a la evangelización de América. Con el sacramento del bautismo, el 21 de septiembre de 1496, el cacique Guaticagua y su familia se convirtieron en los primeros indígenas en experimentar la naciente experiencia de la fe cristiana católica en la isla, siendo así los fundadores de la primera comunidad cristiana del nuevo mundo, en 1503.
La educación de los aborígenes tuvo lugar por primera vez en La Vega, donde los franciscanos fundaron un convento y enseñaron español, música y los principios cristianos.
La Vega, desde la fe de la Iglesia católica como escudo, jugó un papel preponderante en el enfrentamiento a la tiranía trujillista.
El historiador, escritor e ingeniero vegano, César Arturo Abreu testifica que monseñor Francisco Panal, uno de los que más enfrentó a Trujillo, obligó al tirano con su sermón a hacer una genuflexión, es decir, una reverencia frente al Santísimo en la Catedral.
Abreu recuerda que Panal pronunció un discurso en contra del dictador y a la hora de consagrar la hostia, con el Santísimo en manos, dijo “en estos momentos todo el que se profese cristiano que se arrodille ante el Señor.
No hay nada más grande que el Señor”. Al ver que Trujlillo no se doblegaba, repitió varias veces y entonces el tirano hizo la genuflexión. “En ese momento el padre bajó el Santísimo”, afirma César Arturo, quien presenció la acción histórico-religiosa.
A propósito de la celebración de los 500 años de la evangelización, César Arturo Abreu presentó esta semana en la Feria del Libro la obra “Cuna de la evangelización de América. Primicias de La Vega Real”, de Monseñor Juan Antonio Flores, obispo de La Vega.
Santuario del Santo Cerro
Este lugar es un emblema de la provincia. Cientos de fieles peregrinan hasta llegar allí. La historia cuenta que, donde está ubicado el santuario, Cristóbal Colón mandó a colocar la primera cruz de América. La historia del Santo Cerro nada tiene que ver con las leyendas que se cuentan, asegura el historiador César Arturo Abreu.
En el camino hacia el santuario, se observan pequeños monumentos que recrean los sagrados misterios.
Durante la celebración de los 500 años, quienes visten este lugar, recibirán el privilegio de la indulgencia o la gracia otorgada por el Papa Benedicto.
La Catedral y su simbolismo
La Catedral constituye el principal ícono de la ciudad.
Muchos desconocen el simbolismo que encierra su diseño arquitectónico. En sus apuntes “Simbología arquitectónica de la Catedral de La Vega”, César Arturo Abreu describe la infraestructura de la edificación religiosa, la cual es “todo un poema alegórico de simbologías bíblicas”.
La simbología está inspirada en el número 12, el cual posee un significado especial: las doce tribus de Israel, doce puertas de Jerusalén celestial, los doce hijos de Jacob, los doce apóstoles.
Por todo esto, la fachada del edificio posee doce columnatas cilíndricas, doce puertas, doce arcadas, doce vitrales y doce metros de altura. Veinticuatro -múltiplo de docees la altura del campanario, que exhibe tres volúmenes que representan la Sagrada Familia: San José, la Virgen María y Jesús.
En el interior, el techo y sus luces, simbolizan parte del capítulo 1 del libro del Génesis que narra cuando Dios creó la luz. Junto a la puerta que conduce a la Capilla del Santísimo, se encuentra una representación de San Pedro y San Pablo, pilares de la iglesia.
La Capilla del Santísimo simboliza la ballena que se tragó a Jonás. Ahí, debajo de la capilla descansan los restos de obispos de la Diócesis de La Vega, y hay disponibles dos tumbas vacías, una de ella espera por los restos de Cristóbal Colon, quien pidió en su testamento que lo enterrasen en La Vega.