Bolivar Balcacer.
La masa silenciosa se mueve aunque no haga ruido, porque esa no es su estrategia. Los mediocres no llegan a pensar tanto y sólo siguen su propia y natural inercia. Pero eso sí: se camuflan tras su mediocridad, su burdez, su ignorancia y su mala educación, y desde esas trincheras comunes atacan. Atacan con alevosía, tozudez, ignorancia y estupidez, pero no con inteligencia. Eso sería demasiado para ellos. Algunos incluso pueden llegar a parecer listos a veces, pero se les desenmascara fácilmente.
La subterránea movilización de los mediocres, sutilmente manipulada por gente con intereses oscuros y generalmente ilícitos, -dado que no respetan al prójimo ni a los valores de los demás-, se ha condensado por fin en otra moda actual: el mobbing.
Los anglicismos son útiles, porque con una sola palabra designan todo un fenómeno. En este caso el mobbing significa el acoso inmoral, despiadado, sibilino y traidor de los que, desde su falta de preparación, conciencia, autoestima y valía, se unen como las termitas (cuando no hay calidad hace falta cantidad), para destruir a alguien que, merecidamente y por valores congruos, está por encima de ellos.
En su pequeña y retorcida mente, disfrutan de antemano de uno de los pocos placeres que se permiten, y es el imaginarse la caída del pedestal que están intentando socavar. Lo que no saben es que ese mismo pedestal, si cae, puede caerles encima. No son tan listos para preverlo y nunca lo serán.
Tal vez por esa razon polemistas de la historia han superado todos los escollos a pesar del que diran, le llamaron contradictor y pica pleito a Martin Lutero, lo mismo hicieron con Jesus, con Gandhi, con Balaguer, con Pena Gomez, el que mas frente se abrio hasta ahora fue Hitler, seguido de Fidel, y asi se aumenta la lista de gente que no le temblo el pulso no para chocar con carritos de carton sino con trenes solidos, Petronio, Soenio, Nerón, Barrabas, Cleopatra, Margaret Thatcher , Lao Tse, Confusio, gente que chocaron con todo el mundo y vivieron solos, a su entorno solo entraron los que ellos desearon, los mediocre no encontraron nicho en ese espacio.
Nosotros nunca le daremos espacio a los sinverguenzas, a los enganchados, a los turiferarios y buscachelitos, no pasarán, nuestros adversarios no llegan a 10, nuestros aliados están repartidos en los 5 continentes, a los que quieren aprender, a la nueva generación de comunicadores con sentido de responsabilidad no solo le hemos dado apoyo, sino que los hemos orientado para que sean gente ejemplares, sabemos y estamos de acuerdo con el paso generacional, pero con jovenes de principios, no mercaderes frustrados, por que no son nada ni nadie, conocemos muy bien a los doble caras y a esos, a esos mecanicos sin cerebro le dedicamos esta perorata de uno de los contradictores más grande de dominicana, el Mocano Juan Antonio Alíx. Con la salvedad de que ellos como amigos no nos interesan porque nada tienen que aportarnos, ademas cuando de nosotros que no vamos a ningun lado ni nos juntamos con incapaces de baja ralea, se deje de hablar, entonces ya hemos muerto, por el momento, Salud, sabemos que el espiritu de la verdad dará testimonio de este mortal, que sigue como ejemplo a Freddy Beras Goico, quien Chocó con todo un país, lo insultó, mandó a la misma M…a los transfugas y lumpenes y al final a pesar de tantas criticas todo un pueblo le siguió hasta su ultima Morada, la historia se escribe con valor y tres testiculos, cosa que le falta a los mongolicos mentales.
El follón de Yamasá
Siento mucho relatar
lo que al fin relato hoy,
porque ya dirán que soy
amigo de exagerar;
Y el que me ha de murmurar
desde ahora ya sabrá,
que tres pitos se me da
que figuren que es un cuento
lo que pasó en el convento
del pueblo de Yamasá.
Pues un día de la Asunción
estando yo en Yamasá,
vino el cura de Boyá
a celebrar la función.
A mediado del sermón
hubo allí un pelotero
que hasta vino un tal Peguero
que es el jefe del lugar,
queriendo allí disparar
un trabuco naranjero.
Un haíto que por cierto
fue a gozar de la función
se largó allí un follón
que hedía a perro muerto;
yo no diré que es incierto
que estuve al perder el tino,
pues el follón tan dañino
de aquel ahíto infeliz
me picó en la nariz
como un ají montesino.
Del púlpito descendió
de cabeza el reverendo,
y al caer iba diciendo:
«¡Qué peo se han tirado, fo!»
Y al sacristán que le dio
esa brisa tan impura,
dijo «¡fo, y es de asadura,
aquí no lo aguanto yo!»;
y en seguida se tiró
de cabeza tras del cura.
Como el campanero es ciego
al oír la corredera,
sin averiguar siquiera
comenzó a tocar a fuego.
Salió el cura sin sosiego
con la frente en un chichón
gritando más que un lechón
y preguntando igualmente:
«¿Quién ha sido el indecente
que se largó ese follón?»
A una vieja de la Jagua
le tumbaron el pañuelo,
y se vio caer al suelo
una peineta de yagua;
dejaron allí una enagua
por el maldito follino,
que, por tener palomino,
nadie la quiso tocar;
al Alcalde del lugar
le aplastaron el gallino (bombo).
Según la opinión del cura
y del sacristán también,
el follón fue de lerén
de mondongo, o de asadura.
Pronto irá a la sepultura
quien soltó ese marrano,
pues si no se hallaba sano
ese maldito cochino,
no debió en lugar divino
follonear así al cristiano.
Después que aquello pasó
y que fue calmado todo,
dijo el cura del mal modo:
«¡Ese follón me mató!
Pero ahora quiero yo,
en bien de la religión
echarle la excomunión
si no declara al momento,
el que vino a este convento
a largarse ese follón.»
Salió un viejo setentón
hinchado y descolorido,
y al cura dijo: «yo he sido
el que me tiré el follón.
No fue esa mi intención
le digo, Padre bendito,
sepa usted que estoy agito
y creo que no tengo cura,
calcule que es de asadura
que comí cuando chiquito».
El sacristán dijo al cura
saltando y con alegría:
«Mi amo, ¿no le decía
que el follón fue de asadura?»
«Tú tienes razón criatura
son buenas tus condiciones,
rogaré en mis oraciones
al Divino Sacramento,
que no salgas del convento
para que huelas follones.»