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jueves, 24 de febrero de 2011

Los ancianos nuestros se encuentran desamparados

Ramón Antonio Veras (hijo)


Los ancianos en nuestro país se encuentran desprotegidos, desamparados y olvidados por el Estado dominicano. El Estado no tiene condiciones de presencia con los ancianos. Luego de muchos entregar su esfuerzo, sacrificio, tiempo y salud, por nuestro país, por su comunidad, y por su familia, cuando llegan a la vejez, no tienen quien los cuide y proteja.

Un anciano que tiene que pagar por sus medicamentos, por el alquiler de un techo, por su comida, por su cuidado, que son la mayoría de nuestro país, solamente le queda resignarse a esperar la muerte, y no con tranquilidad, por el contrario, preocupado por no tener los medios necesarios para seguir subsistiendo.

El Estado debe realizar estratégicamente por provincia, por circunscripciones, por regiones o por lo establecido por un estudio bien pormenorizado de sociólogo, economista, trabajadores sociales, médicos competentes en la materia, y todo un personal especializado para elaborar y construir recintos de casas de retiros,donde puedan esos viejitos pasar sus últimos días en completa tranquilidad,con las facilidades que se amerite.

No es posible que los últimos días de una persona anciana, sea menester sacrificarla y colocarla en situaciones vejámenes e indignantes y vergonzantes. Es hora de pensar en la vejez de nuestro pueblo. Que la vejez se pueda disfrutar sin dificultad, sin molestias y sin incertidumbre, y que sea de confianza y tranquilidad.

Nuestros ancianos merecen preocupación y cuidado rápido. Se debe realizar un estudio de nuestros ancianos, conllevando sus derechos y los que el Estado debe respetar y cumplir, además, de realizar un levantamiento de los proyectos encaminados a mejorar la vida ante el Congreso Nacional, los que las alcaldías puedan participar y todos los estamento para el mejoramiento de la vida de nuestros ancianos.

La salud debe merecer atención para ellos.El retiro de una persona anciana merece el mayor cuidado y consideración. Inclusive,para cualquier gasto que influya en su diario vivir, debe estar bajo observación positiva, para su mayor beneficio.

Se debe observar las medidas, derechos y proceder de los países que se encuentren más adelantado en cuidar a los ancianos, y nosotros realizar los mayores esfuerzo para lograr la implementación en nuestro país.Los estándares de vida de nuestros ancianos y ancianas se encuentra muy por debajo de la calidad de vida, que hasta ahora exigen los organismos internacionales.

No es posible seguir soportando la indiferencia de las entidades competentes del Estado, para mejorar la calidad de vida de los ancianos. Si es menester realizar seminarios, congresos, estudios, charlas, anuncios, mensajes y todas las posibilidades de concientizar a la ciudadanía, a las autoridades y a los políticos, para que sean más sensibles con nuestros viejos. Todo ser humano quiere cumplir muchos años y llegar anciano o anciana, para seguir compartiendo con sus seres queridos.


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