Se convirtió en el séptimo minero en emerger de las profundidades de la mina San José. Durante los 70 días de encierro, tuvo que recibir un tratamiento para la diabetes
No tiene hijos, pero Elizabeth Ojeda lo considera como un padre. "Hizo mucho por mi madre, él la cuidó y me cuidó a mi como si fuera su hija. Soy su hija del alma y ahora espero tenerlo conmigo para abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañé", confesó.
Ojeda, de 46 años, heredó la profesión de minero de su padre, don Nicanor. "Ya desde los 12 lo seguía a todas partes y como buen hijo siguió el mandato", narró Elisabeth. "Ahora, lo que esperamos es que deje de trabajar en esta profesión y se dedique a otra cosa", siguió.
Durante sus 70 días de encierro en la mina San José, el encargado de la perforación debió recibir la atención del médico Jhonny Barrios para tratar su diabetes.
Él fue el minero que se hizo famoso porque escribió el mensaje que reveló al mundo que estaban con vida, tras el accidente ocurrido el 5 de agosto. "Estamos bien en el refugio los 33". A partir de ahí, pasaron más de dos meses para ser rescatados, pero todo se debió, en parte, a su ayuda.