Sobrevivió a 23 impactos de bala el dominicano Ángel Álvarez, de 23 años, quien después de asesinar a Luis Soto se enfrentó a tiros con cinco policías que le dispararon 46 veces.
Las autoridades dijeron que el tiroteo se desató mientras unas 200 personas participaban de una fiesta barbacoa en la cuadra de la avenida Lenox entre las calles 143 y 144.
En la trifulca resultaron heridos los policías Alfredo Vargas de 28 años de edad y Michael Tedeschi del cuartel 32, quienes recibieron varios disparos de alguno de sus colegas que enfrentaban a Álvarez. También cuatro civiles más resultaron heridos.
Testigos describieron la balacera como una "escena de películas del Oeste" en la que se impuso el "sálvese quien pueda". Los informes preliminares sostienen que una pelea precedió la balacera.
La trifulca se produjo cuando 30 policías llegaron a la cuadra y les dijeron a los presentes que había llegado la hora de irse a sus casas y dispersaran el área.
La reunión fue para recordar a un hombre de Harlem apodado "Twizzy" que fue asesinado a tiros el jueves pasado en El Bronx.
Algunos de los testigos dijeron que comenzaban a dispersarse cuando estalló el tiroteo. Otros señalaron que rumores en la calle dicen que fue la policía que la mató a Soto. El abogado del dominicano anunció que contratará detectives privados para investigar lo que realmente ocurrió.
"Hay testigos diciendo que Angel Alvarez no tenía un arma y queremos ser justos con la policía, por lo que esperamos que los oficiales hagan lo mismo con mi cliente. Sin una grabación de video, nadie puede saber lo que ocurrió", añadió el jurista.
Los cinco policías aseguran que vieron a Alvarez cuando disparaba contra Soto y que al ver que los agentes se le acercaban, rehusó tirar el arma y respondió con fuego por lo que fue enfrentado.
"Se le disparó 46 veces y creemos que fue impactado por entre 21 a 23 balazos", dijo el portavoz de la policía Paul Browne. Agregó que el dominicano recargó cuatro veces el revólver que utilizó para matar a Soto y enfrentar a los uniformados, según los resultados de la prueba de balística.
Una hermana de Alvarez, quien en el hospital fue acusado de asesinato e intento de asesinatos, posesión ilegal de un arma criminal y otros cargos, dijo que el hombre comenzó a hablar un día después de haber sido ingresado en emergencia.
"Lo está haciendo bien hasta ahora, está hablando, recordando, pero está sedado por lo que no ha dicho nada sobre el tiroteo", explica la joven se mostró escéptica con la acusación policial, diciendo que su pariente nunca ha sido violento.