Uno de los diarios de la mañana de hoy está abordando el tema de las escuelas públicas y la pandilla. La venta de drogas en las escuelas y colegios privados y hasta de la incursión de los promotores del consumo en el área de la Feria del Libro.
Es un tema que hemos tratado en otras oportunidades y queremos hacer provecho de la ocasión para insistir en la necesidad de que preservemos al segmento poblacional al que corresponderá en los próximos años guiar a la sociedad a puerto seguro.
En adición a la percepción que se puede tener sobre el tema, ahora se agregan declaraciones de la presidente de la Asociación Dominicana de Profesores y de maestros de la regional de Santiago, en las que se revela el auge de la delincuencia en el seno de los recintos escolares.
El tema ha adquirido ribetes tan alarmantes que debe provocar reacciones inmediatas y medidas permanentes.
Las asociaciones de padres y amigos de la escuela deben coordinar esfuerzos para obligar a que las autoridades de la Secretaría de Educación, de la Policía Nacional, del Consejo Nacional de Drogas y de la Dirección Nacional de Drogas establezcan un programa efectivo de control y combate en las áreas de enseñanza o de permanencia de niños y adolescentes.
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