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miércoles, 4 de mayo de 2016

¡Los hijos necesitan más vigilancia de los padres!

Dr. Frank Espino
“Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros. Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.

Hace unos días un amigo me comentaba que ya estaba listo para irse a EE UU con residencia y por tanto los hijos también se iban con él bajo las mismas condiciones.
    
Uno de los hijos le pregunto: -“Papi y allá hay que ir a la escuela también? El padre afirmativamente le contestó que sí. El chico le dijo:- ¡Ah!- ¡Pues entonces no vamos a descansar!
    
Eso viene al caso, porque  la mayoría de los niños  no conocen de la importancia de la educación presente y futura y si los padres no se lo explican,  la ven como una obligación o castigo.
    
Precisamente hablábamos un grupo de amigos de las fuertes disciplinas de algunos padres en el pasado, y que gracias a ello, muchos no fueron delincuentes y hoy dan gracias a Dios de haber tenido los padres que tuvieron.
   
 Yo tuve una experiencia muy particular. Cuando vivíamos en San Francisco de Macorís, después que nos mudamos de Constanza, yo tenía aproximadamente como 7 a 8 años.

Asistía a un colegio privado en dicha ciudad. Una mañana, me dió por “hacerme el enfermo” y con la autorización de mi madre, opté por quedarme en casa  para no asistir a la escuela.
    
Por cosa de la vida, mi padre no se por qué motivo, llegó a  buscar algo a nuestra vivienda.
   
 ¡Qué gran sorpresa cuando siendo las 10:30 am hora que coincidía con el recreo me encontró en casa jugando,  sin ninguna excusa de fiebre u otro malestar que no fuera, faltar a clases!

No hubo excusa de mi madre que lo hiciera entender.
   
 ¡Me dijo que los vagos nunca iban a progresar! ¡Y el que le huía a los estudios se convertiría en un don nadie! Así que sin ton ni son, me hizo montarme en su vehículo favorito, una bicicleta y me llevó al colegio en la barra de la misma, con mis cuadernillos de tareas. El  colegio descachaba a las 11:30 am  

Grande fue mi vergüenza, cuando todos mis compañeros y profesores me vieron llegar a las 11 am faltando media hora para despachar.

¡Este escarmiento bastó para que nunca más tratara de engañar a mis padres y buscar excusa para faltar a mis clases!
    
Si todos los padres tomaran los cuidados de lugar, dónde, cómo y con quién se junta mis hijos en el transcurso, durante o después de su escuela, muchas serian las cosas de descubrirían y también, les dará responsabilidad y sentido de seriedad  a sus actuaciones.
    
En estos momentos son pocos los que se preocupan si sus vástagos están o no rindiendo en sus estudios, y sobre todo cuidar de las tareas y obediencia con sus profesores, compañeros y sus recintos escolares.
    
¡Necesitamos más vigilancia hacia  los hijos! ¡Necesitamos que nosotros nos ocupemos más de ellos su entorno y su futuro!
    
Si nos descuidamos, cientos de tentaciones los hará que no cumplan las metas que nos hemos trazado con ellos.
    
 ¡Habrá entonces quienes abandonarán los estudios y por ende “cavarán sus propias fosas” del fracaso!


    
Vigilancia, disciplina, comportamiento social y colectivo es lo que debemos exigir de nuestros hijos, para que la sociedad del futuro, sea más llevadera.
 
El autor es médico, escritor y profesor universitario

Dr. Frank Espino