El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que la situación está cada vez “más controlada” en la zona azotada el pasado sábado por un terremoto de magnitud 7,8 que ha dejado 570 fallecidos y miles de heridos. “Hoy regreso a zonas afectadas. Esta vez Esmeraldas. Cada vez situación más controlada, aunque dolor es inmenso. ¡Ánimo pueblo ecuatoriano!”, escribió Correa en su cuenta de twitter.
Expresó su gratitud con todos ante las muestras de solidaridad. Tan pronto ocurrió el terremoto, la sociedad civil se organizó de forma espontánea, especialmente a través de las redes sociales, para recaudar vituallas a fin de enviarlas a la zona norte de la costa de Ecuador, hasta donde también ha llegado asistencia estatal. “Después del desconcierto de las primeras horas, el país ha reaccionado muy bien. Ya todas las zonas afectadas son atendidas con salud, agua, víveres y seguridad pública. Continúa rescate de cuerpos y, ojalá, de sobrevivientes”, añadió.
El gobernante dijo que se prevé “instalar adecuados campamentos para personas que perdieron sus casas. La reconstrucción será larga, pero juntos superaremos esta tragedia”, dijo. De su lado, el enviado especial de las Naciones Unidas para temas de Discapacidad, Lenin Moreno, indicó desde Ginebra a la televisión local Teleamazonas, que realiza gestiones en busca de ayuda para las personas con capacidades especiales afectadas por el terremoto.
“Vamos a apelar a la solidaridad del mundo para que nos den la posibilidad de construir casas para las personas con discapacidad, con toda la accesibilidad necesaria, que sean de rápida construcción y que sean también económicas”, indicó Moreno, quien fue vicepresidente de Ecuador. Moreno, que está en silla de ruedas desde hace varios años tras ser víctima de un asalto, pidió a los discapacitados y a sus familias ayudar a quienes a raíz del terremoto han sufrido alguna discapacidad a afrontar su nueva situación