El vocero de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, advirtió que la reciente entrega del premio “Oscar” a la película “Spotlight” y la larga exposición del Cardenal George Pell ante una comisión australiana sobre abusos sexuales cometidos en ese país, puede crear una imagen falsa sobre cómo la Iglesia ha respondido ante estos hechos.
“La sensacionalista presentación de estos dos eventos ha significado que, para mucha de la gente, especialmente los menos informados o de corta memoria, piensen que la Iglesia ha hecho nada o muy poco para responder a estas horribles tragedias”, expresó en una declaración divulgada este 4 de marzo. Una objetiva consideración de los hechos, señaló, “muestra que esto no es cierto”.
Como se recuerda, “Spotlight” ganó el Oscar a mejor película. La cinta narra las investigaciones periodísticas sobre los casos de abusos sexuales cometidos en Boston (Estados Unidos), por miembros del clero local.Por su parte, el Cardenal Pell, Prefecto de la Secretaría de Economía y miembro del Consejo deCardenales para la reforma de la Curia Vaticana, ha testificado recientemente ante una comisión australiana sobre los casos de abusos cometido por un sacerdote en la Diócesis de Ballarat.
En su declaración, el P. Lombardi dijo que los eventos no debería hacer pensar a la gente que la Iglesia permaneció en silencio ante estos hechos, y recordó las diversas iniciativas y reformas que han tenido lugar desde que estalló la crisis de Boston en 2002.
En ese sentido, dijo que se debe “dar crédito” al Cardenal Pell y al grupo de 15 sobrevivientes de abusos que viajó desde Australia a Roma y que se reunieron ayer jueves con el Purpurado. Esto, indicó, muestra el testimonio "digno y coherente" del Cardenal, así como la voluntad de los sobrevivientes "de establecer un diálogo constructivo".
“El compromiso de los Papa para afrontar las crisis ocurridas en diversos países y situaciones (…) no fue pequeña e indiferente. Los procesos y normas canónicas universales renovadas, las líneas guías formuladas por parte de las Conferencias Episcopales, no solo responden a los abusos cometidos, sino también para prevenirlos adecuadamente”, expresó el P. Lombardi.
“La carta de Benedicto XVI a los fieles irlandeses en marzo de 2010 permanece probablemente como el documento de referencia más elocuente”, así como los encuentros de Benedicto XVI y el Papa Francisco “con los grupos de víctimas han acompañado este largo camino con el ejemplo de la escucha, del pedido de perdón, del consuelo y de la implicación personal de los Papas”, añadió.
Además, “la constitución de la Comisión para la protección de los menores anunciada por el Papa en diciembre 2013, constituida por miembros de cada continente, indica la madurez del camino de la Iglesia Católica”, pues ante este problema no solo se aborda “cómo responder bien en cada parte de la Iglesia, sino también de cómo ayudar más ampliamente a las sociedades en la cual la Iglesia vive”.
“En resumen, la Iglesia, herida y humillada por el flagelo del abuso, intenta solucionar no sólo por su propia curación, sino también para poner a disposición su dura experiencia en este campo, para enriquecer su servicio educativo y pastoral a toda la sociedad, que generalmente todavía tiene un largo camino por recorrer para darse cuenta de la gravedad de los problemas y hacer frente a ellos”, expresó.