Los efectos del cambio climático -desde los desastres naturales hasta el aumento de la inestabilidad social- son el principal riesgo global para la próxima década, según indica el informe anual del Foro Económico Mundial (FEM) presentado hoy en Londres. En este Informe de Riesgos Globales 2016, que se debatirá en el Foro de Davos (Suiza) del 20 al 23 de enero, 750 expertos de varios campos puntúan en términos de impacto y probabilidad 29 potenciales riesgos sobre un periodo de diez años.
Según su percepción, el riesgo con más impacto es, por primera vez, “la falta de mitigación y adaptación al cambio climático”, que, en un mundo cada vez más interconectado, tiene graves consecuencias, como “crisis alimentarias y migraciones masivas”, advirtió en rueda de prensa Cecilia Reyes, analista del grupo asegurador Zurich y una de las autoras del estudio. Le siguen las armas de destrucción masiva, las crisis del agua, migraciones involuntarias a gran escala y oscilaciones repentinas en el precio de la energía.
El riesgo más probable es, de acuerdo con los expertos encuestados, las migraciones involuntarias a gran escala -como la actual crisis de refugiados en Europa-, seguido de los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de mitigación y adaptación al cambio climático, conflictos interestatales con consecuencias regionales y los grandes desastres naturales. John Drzik, presidente de riesgos globales de la aseguradora Marsh, reconoció que se está “ante un panorama amplísimo de riesgos” sin precedentes en los once años que se lleva elaborando el informe y también “ha aumentado su interconexión”.
En la llamada Cuarta Revolución Industrial, marcada por el veloz intercambio de información y la tecnología, los riesgos se propagan con gran rapidez, por lo que es imprescindible “tanto mitigar estos riesgos como adaptarse”, señaló la directora de competitividad del FEM, Margareta Drzeniek-Hanouz.
El informe advierte de que los estragos de algunos de estos riesgos ya se están materializando, como el aumento en un 1ºC de la temperatura global media de la superficie de la Tierra con respecto a niveles preindustriales como consecuencia del calentamiento producido en 2015. Otro ejemplo es que actualmente hay casi 60 millones de personas desplazadas en el mundo, un 50 % más que en 1940, lo que a su vez incrementa el riesgo de inestabilidad social.
Aunque el terrorismo “ocupa los titulares”, no es en realidad el riesgo más flagrante, pues deriva de los conflictos geopolíticos y esa inestabilidad social, que a su vez están relacionados con la desigualdad económica y la lucha por los recursos naturales, manifestó Reyes. También ha bajado en rango respecto al año pasado el riesgo de ciberataques, que solo se percibe como destacado en Estados Unidos, Japón, Suiza, Alemania y Singapur, lo que Drzik considera que puede ser una “subestimación”, pues “es un riesgo que no va a desaparecer”.
En cuanto a los principales riesgos económicos, el estudio del FEM, en el que colaboran, además de aseguradoras, las universidades de Oxford (Reino Unido), Singapur y Pensilvania (EEUU), destaca las crisis fiscales en economías clave y un alto nivel de desempleo o subempleo en muchos países. Por otra parte, el mayor riesgo que perciben las multinacionales a la hora de invertir en 140 economías analizadas es el desempleo y subempleo y la volatilidad de los precios de la energía, mientras que es clave la adaptación al impacto del cambio climático.
Desde el punto de vista de la empresa, los estragos del clima perjudican el desarrollo económico, lo que multiplica el riesgo de inestabilidad geopolítica y ello “expone a los negocios a proyectos cancelados, licencias rechazadas, activos dañados, interrupciones de la producción y restricciones en los movimientos de capital”, explica Reyes. El informe, que pretende ofrecer un análisis de la situación a los gobiernos y el mundo empresarial, propone como principal medida para afrontar los riesgos previstos para la década “construir una gran resistencia”, lo que requiere “una mayor cooperación público-privada”. EFE