La ley 87-01, crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, y este a su vez se desprende del artículo 8 de la Constitución de la República Dominicana, que establece que el Estado estimulará el desarrollo progresivo de la seguridad social, de manera que toda persona llegue a gozar de adecuada protección contra la desocupación, la enfermedad, la incapacidad y la vejez. Dice además que el Estado a través de los organismos competentes debe articular, normalizar y supervisar las diversas instituciones públicas y entidades privadas del sector, eliminando las exclusiones, duplicidades, distorsiones y discriminaciones. Con estas disposiciones jurídicas, se observa la firmeza del Estado Dominicano de velar por la Seguridad Social de sus ciudadanos.
El 10 de mayo del año de 1973, la ley 126, crea la figura jurídica de Los Seguros Privados. Actualmente hay más de veinte ARS privadas, una cifra que puede ser excesiva con relación a la población registrada en último censo. Es cierto que hay derecho a incursionar en ese tipo de servicio, y en otros que la ley permite. Me surgen varias preguntas: ¿cumplen las prestadoras de salud con su misión, visión y valores? ¿Están los afiliados satisfechos con el servicio que se les ofrece? ¿Cumple el Estado su rol, a través de la SISALRIL, o se hace de la vista gorda cuando los afiliados se sienten perjudicados? ¿Porqué los médicos rechazan a algunas ARS?
Si actualmente determinados médicos deciden no aceptarle al paciente su seguro de salud, es porque esas aseguradoras de salud no desembolsan el pago a tiempo. Ha sucedido también que el paciente se le ha cobrado la consulta o análisis clínicos indicados, entonces el afiliado debe ir a la oficina sede de su ARS, para que solicite reembolso, pero es una pena que las oficinas ambulatorias que están en algunos centros clínicos privados, su misión no sea recibir esas solitudes. A mí parece que esa política administrativa de salud, es maliciosa, estoy seguro que muchos de los pacientes no irán a solicitar reembolsos. El otro tema cuestionable de las aseguradoras de salud, es la mísera cobertura de recetas médicas que ofrece a cada afiliado, la suma no alcanza los mil pesos mensuales, y ciertos medicamentos no aplican.
Toda entidad de salud debe estar apegada a los principios éticos, morales, científicos, y brindar un servicio de calidad a sus afiliados. La meta de una empresa dedicada a ofrecer planes de salud, nunca tiene como prioridad ganar cada año abultadas suma de dinero, en detrimento de los bolsillos de la familia dominicana, sino que su principal misión consiste, precisamente en ofrecer coberturas de salud con calidad y agilidad. Esa sensibilidad debe estar presente en las políticas de salud de cada ARS. Y cuando se van separando de esos objetivos, entonces debe intervenir el brazo del Estado para poner orden, justicia y servicio de calidad. La vigilancia debe ser constante. El Estado debe socorrer a las familias que no tienen acceso a centros de salud especializados, por carecer de una tarjeta de salud. No pongamos debajo de la mesa los principios del bien común, la solidaridad y la justicia.