El papa Francisco ha firmado el decreto por el que se reconocen las virtudes heroicas de D. José Rivera, sacerdote diocesano de Toledo (España). Si alguno de los varios milagros que ya han sido atribuidos a su intercesión fuera declarado como auténtico, sería elevado a los altares como beato. D. José Rivera fue formador y director espiritual de sacerdotes, algunos de los cuales son hoy obispos. Además, dedicó gran parte de su vida a atender material y espiritualmente a los pobres.
(InfoCatólica) José Rivera Ramírez nació en Toledo el 17 de diciembre de 1925 en la Plaza de Santa Isabel, 2. Es el último de cuatro hermanos: Carmen, Antonio y Ana Maria. Creció en una familia católica, bendecida por el testimonio del hijo mayor Antonio, «el Ángel del Alcázar», que murió con fama de santidad el 20-XI-1936, a consecuencia de las heridas recibidas en el Alcázar.
Siendo joven universitario, ingresó en el Seminario de Comillas (Santander) donde estudió humanidades y filosofía (1943-1948), pasando a Salamanca para estudiar la teología (1948-1953).
Sacerdote diocesano
Fue ordenado sacerdote en Toledo el 4 de abril de 1953. Coadjutor en la parroquia de Santo Tomé -Toledo- (1953-1955) y ecónomo de Totanés -Toledo- (1955-1956).
Formador de sacerdotes
Fue director espiritual en los Seminarios de El Salvador e Hispanoamericano (OCSHA) de Salamanca (1957-1963), de Toledo (1965-1970), de Palencia (1970-1975) y de nuevo en Toledo (1975-1991, muerte). Profesor de Gracia-Virtudes y Teología Espiritual en Palencia y en Toledo.
Maestro de vida espiritual
Apoyado en una intensísima vida de oración, mortificación y estudio, que le hizo experto conocedor de los caminos del Espíritu, se dedicó a la dirección espiritual de personas de toda clase, condición y estado. Dirigió innumerables tandas de ejercicios, pláticas y retiros espirituales por toda España. Varios de sus escritos personales han sido publicados posteriormente por la Fundación José Rivera. Con el sacerdote José María Iraburu, publicó varias obras de espiritualidad, entre las que destaca Espiritualidad Católica (CETE, Madrid 1982). También con Iraburu, dos matrimonios y una virgen consagrada, fue en 1988 cofundador de la Fundación GRATIS DATE.
Padre de los pobres
Por amor a Cristo lo entregó todo, hasta hacerse mendigo por ayudar a los pobres, incluidos sus queridos gitanos. Ofreció su vida como víctima en la Navidad de 1988, y Dios aceptó su ofrenda concediéndole la gracia que suplicaba.
El 13 de marzo de 1991, tras un infarto cardiaco, recibió la unción de enfermos, falleciendo el 25 de marzo de 1991. Su cadáver, donado por él a la Facultad de Medicina de Madrid, donde permaneció intacto, fue devuelto a petición del cardenal arzobispo de Toledo, S.E.R. Marcelo González Martín, y enterrado el 24 de marzo de 1994 en la capilla del Seminario Mayor diocesano de Santa Leocadia para adultos, situado en la Iglesia de San Bartolomé, en Toledo, a donde acuden muchos devotos para pedir gracias y favores por su intercesión.
Proceso de canonización
Por iniciativa del arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Álvarez Martínez, se inició su proceso de canonización el 21 de noviembre de 1998, cuya fase diocesana fue clausurada el 21 de diciembre del 2000. Es promotora de la causa en Roma la archidiócesis de Toledo.
En el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, se celebraron en Toledo unas Jornadas de estudio sobre el siervo de Dios, bajo la presidencia del cardenal arzobispo Antonio Cañizares Llovera.