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sábado, 4 de julio de 2015

Una empresa privada china obliga a sus empleadas a organizarse para coordinar sus embarazos

«Credit union», sociedad privada china que se ocupa del sector del crédito, ha impuesto a sus propias dependientas crear un «calendario de los embarazos», para poder «coordinar el trabajo» en los meses de la gestación y del parto. Aquellas que no respeten ese calendario podrán perder el trabajo, la bonificación de fin de año y toda posibilidad de carrera.
(Asia News/InfoCatólica) «La política empresarial» está contenida en una carta circular enviada al personal del grupo, con sede en Jiaozuo en Henan y fue criticada por la oficina local de planificación familiar, aunque eso es lo que exactamente dicha oficina hace a nivel estatal y no privado.
El texto de la circular fue colocado en internet y desencadenó un enorme debate. Según los dirigentes «es importante que las mujeres casadas desde hace un año o más, que trabajen para nosotros, se pongan de acuerdo con los superiores para establecer cuándo quedar embarazadas. La cuestión fundamental es que el equipo no vaya en maternidad en períodos iguales o en tiempos similares. El sito Hinews.cn- que publicó la noticia- agrega que para quien no cumpla las reglas está prevista también una multa de 1.000 yuán (unos 150 euros).

No tenemos otra elección

Una de las empleadas del «credit unión», anónima, dice: «Encontrar trabajo no es fácil. Y por lo tanto no tenemos otra elección sino la de planificar el embarazo como dice la circular. Pero nadie puede garantizar que se embarazará según el calendario: es una política del todo desconsiderada». Visto la ola de comentarios que suscitó, uno de los dirigentes-que rechaza dar su nombre- sostiene que se trata «solamente de un borrador.Hemos contratado a muchas jóvenes mujeres y si se embarazan todas juntas, nos arriesgamos a no poder gestionar los negocios. Pero será retirada si no es apoyada por el personal».
La planificación familiar es uno de los punto firmes de gobierno comunista que, ya desde fines de los años 70 del siglo pasado, la impuso a toda la población. Los recientes y supuestos aligeramientos de la ley son- según la gran experta Reggie Litlejohn- solamente un «cortina de humo» para esconder una política hecha de amenazas, abusos y abortos forzados en relación con las madres. Comentando la elección de la empresa privada, un funcionario de la Oficina de planificación familiar local dice: «La decisión de la compañía está totalmente contra la ley, porque viola los derechos reproductivos de las empeladas».