(ACI).- El Siervo de Dios Arzobispo Fulton Sheen, a quien se le atribuye un posible milagro, contó meses antes de morir en 1979 que su mayor inspiración fue una niña china de once años que murió por la Eucaristía.
El Arzobispo Sheen relató en una entrevista que cuando los comunistas se apoderaron de China a mediados del siglo XX, apresaron a un sacerdote en su propia rectoría cerca de la Iglesia. Desde la ventana el presbítero pudo ver cómo los comunistas entraron a profanar el templo.
Estos tomaron el copón del sagrario y lo tiraron al suelo, quedando esparcidas 32 Hostias consagradas. En la parte de atrás de la iglesia había una niñita que rezaba y que vio todo lo sucedido.
Por la noche la pequeña regresó y, evadiendo la guardia apostada en la rectoría, entró al templo e hizo una hora santa de oración como reparación al acto sacrílego. Luego la pequeña se arrodilló y con su lengua comulgó una de las Sagradas Hostias. Cabe recordar que en ese entonces los laicos no podían tocar la Eucaristía con sus manos.
La niña regresó cada noche y después de su hora santa, recibía a Jesús Sacramentado en su lengua. En el día 32, tras consumir la última Hostia, accidentalmente hizo un ruido que despertó al guardia, quien corrió detrás de la pequeña, la atrapó y la golpeó hasta matarla con la culata del rifle.
El sacerdote apresado presenció sumamente abatido este acto de martirio heroico. Posteriormente, cuando el Arzobispo Sheen escuchó el relato prometió que haría una hora santa diaria ante Jesús Sacramentado por el resto de su vida.
La pequeña le enseñó al Prelado el valor y celo que se debe tener por el Santísimo Sacramento y cómo la fe puede vencer el miedo porque el verdadero amor a la Eucaristía debe trascender la propia vida.
Sobre el Siervo de Dios Arzobispo Sheen
El Arzobispo Sheen nació el 8 de mayo de 1895 en Estados Unidos. Fue ordenado sacerdote en 1919 y más adelante se convirtió en una popular personalidad de la radio, en la década de 1930.
El Arzobispo fue anfitrión del programa radial “Hora Católica y del programa televisivo “La Vida vale la pena vivirla”, ganador del Emmy, y llegó a una audiencia de millones durante su carrera en los medios de comunicación.
El Siervo de Dios Fulton Sheen fue autor de muchos libros y dirigió la Sociedad para la Propagación de la Fe en Estados Unidos.
El Arzobispo dedicó el dinero obtenido con sus libros a las misiones en el extranjero. Su trabajo ha ayudado a crear nueve mil clínicas, diez mil orfanatos y mil doscientas escuelas. Las instituciones a las que ayudaron sus donaciones ahora educan a 80 mil seminaristas y nueve mil religiosas.
El Siervo de Dios continuó siendo una figura líder del catolicismo en Estados Unidos hasta su muerte, en 1979, a la edad de 84 años.
Mons. Jenky abrió la causa de canonización del Arzobispo Sheen en 2002. En el 2012 el Papa Benedicto XVI reconoció que Fulton Sheen tenía virtudes heroicas y en marzo de 2014 un panel médico del Vaticano certificó que el milagro atribuido a su intercesión no podía ser explicado por la ciencia.
Este milagro consiste en la curación de James Fulton Engstrom, un niño nacido aparentemente muerto en septiembre de 2010, hijo de Bonnie y Travis Engstrom, en el pueblo de Goodfield, en la zona de Peoria.
El pequeño James no mostró signos de vida cuando los profesionales médicos trataron de revivirlo, por lo que sus padres pidieron al Siervo de Dios que lo cure.
A pesar de que el bebé no presentó pulso durante una hora después de su nacimiento, su corazón comenzó a latir otra vez.
El estudio de este posible milagro también obtuvo el visto de la Comisión de Teólogos en junio de 2014.