En medio de un intenso debate legislativo acerca de la Fertilización in vitro y el matrimonio gay en Costa Rica, la Conferencia Episcopal de ese país clausura la Semana “Por la Vida” con una “Caminata por la Vida” convocada para el sábado 28 de marzo a las 10am en la Plazoleta de La Soledad la que alegre y pacíficamente se dirigirá para participar de una celebración litúrgica en la Catedral Metropolitana.
En el Mensaje al pueblo de Costa Rica de la 109° Asamblea Ordinaria realizada del 16 al 20 del presente mes, los Obispos costarricenses manifiestan que “la Iglesia por naturaleza es misionera [y, por tanto ] es enviada a todos los hombres”; por esta razón, manifestan haberse han dado a la tarea de profundizar temas de la vida eclesial y nacional que, por su importancia, alcance y actualidad, exigen una respuesta a la luz del Evangelio de Cristo; entre ellos, el reconocimiento de su dignidad de persona a todo ser humano desde la concepción hasta la muerte natural.
Al respecto señalan que “una sociedad justa puede ser posible solamente en el respeto de la dignidad trascendente de la persona humana. Ésta representa el fin último de la sociedad, que está a ella ordenada. Vemos con preocupación los permanentes intentos por promover una legislación contra la vida” tal como los así llamados “derechos en salud sexual y reproductiva” con los que se pretende abrir portillo al aborto.
Denuncian también la presión política y mediática que pesa sobre el Estado costarricense para que regule “la aplicación de la técnica de Fecundación in vitro (FIV) [y que] de allí el Poder Ejecutivo convoque [ ] a sesiones extraordinarias e [ ] incluso esté estudiando la posibilidad de emitir un decreto”.
En su Mensaje, la Conferencia Episcopal, ha manifestado claramente el que espera que “los argumentos que promuevan la dignidad de la persona [ ] estén presentes en el debate y que nuestros diputados traten, de forma cuidadosa, prudente y libre, estos temas”
En este sentido, los Obispos costarricenses también esperan que la Semana “Por la Vida” sea “una oportunidad para proclamar en todos los areópagos públicos y privados [ ] la verdad sobre el ser humano y la dignidad de toda persona humana desde el momento de su concepción”.
Su convocatoria ha hecho eco en un amplio sector de los católicos costarricenses los que, como miembros de diferentes parroquias, asociaciones, grupos apostólicos, etc, de todo el país se han dedicado durante esta semana a formarse pero también a informar a través de los medios de comunicación y redes sociales acerca de tan significativo evento para la vida del pueblo costarricense.