Caamaño Deñó defendió la soberanía nacional, que en ese momento había sido vulnerada por más de 42 mil marines que, justo cuando el país fortaleciendo su democracia, entraron a República Dominicana con la excusa de proteger los intereses de Estados Unidos en el país.
A los 32 años, Caamaño Deñó fue presidente provisional de la República. Su gobierno duró desde el 4 de mayo de 1965 hasta el 3 de septiembre de ese mismo año, cuando renunció al cargo.
Fue asesinado en 1973, luego de entrar al país por Playa Caracoles, en San José de Ocoa, para formar un frente guerrillero que se opusiera al gobierno de Joaquín Balaguer. Su cadáver fue encontrado en el paraje Nizaito, sección la Horma de San José de Ocoa.
Caamaño Deñó luchó por el país con valentía y entereza. Por su contribución a la democracia, dejó un legado que lo coloca entre los héroes más sobresalientes de la historia nacional.