El alcalde de Roma, Ignazio Marino, amenazó hoy con despidos tras el absentismo masivo de la guardia urbana de la capital la pasada Nochevieja, cuando un 83,5 % de los funcionarios que debían trabajar no lo hicieron por diversas razones.
"Han traicionado al Cuerpo, al Ayuntamiento y a los romanos", declaró el alcalde en la edición de hoy del diario "La Repubblica", donde añade: "quien no quiera trabajar puede tomar la puerta. Estosfuncionarios avergüenzan a los que trabajan".
Ese absentismo masivo de guardias urbanos en la noche del 31 de diciembre ha desatado la polémica en Italia y el primer ministro, Matteo Renzi, reaccionó al día siguiente anunciado que en 2015 se cambiarán normas sobre los empleados públicos para evitar que se repita ese tipo de situaciones.
Renzi aludió en el pasado a la posibilidad de despedir a los funcionarios que acumulen largos periodos de absentismo sin justificar o que no trabajen lo suficiente, a quienes no ha dudado en calificar en varias ocasiones de "holgazanes".
El ayuntamiento romano reconoció que "de una inicial disponibilidad de 1.000 agentes" registrada en la mañana del 31 de diciembre para el turno de noche, finalmente se presentaron 165, lo que supuso un absentismo del "83,5 % (835 ausencias).
Marino dijo a "La Repubblica" que el problema no es tanto la cantidad de guardias urbanos que tiene Roma (que alcanzan los 6.200) "sino más bien que haya rigor y eficiencia en el puesto de trabajo".
Los sindicatos sin embargo protestan por que no se hayan cubierto las 300 plazas convocadas en un concurso ya hace cinco años y cuyos resultados todavía no se han hecho públicos.
Para el ayuntamiento, la acción de la noche del miércoles pasado fue en realidad "una huelga salvaje" encubierta para protestar por las negociaciones en curso relativas a la rotación de los agentes y la definición de sus pagas extra.
Los agentes no acudieron a trabajar por alegar enfermedad, algunos dijeron que habían ido a donar sangre y otros simplemente no respondieron a los mensajes que se les enviaron para que se incorporaran al trabajo esa noche.
El elevado nivel de absentismo también fue detectado en la línea A del metro romano, donde de los 24 conductores que debían trabajar solo lo hicieron siete.
Pero algo parecido ocurrió en Nápoles, donde en la noche del 31 de diciembre se comunicaron 200 ausencias por enfermedad en el servicio de limpieza urbano. El viernes la ministra de la Administración Pública, Marianna Madia, aseguró que se investigará lo ocurrido y que se solicitarán "acciones disciplinarias" para los agentes que no justifiquen su ausencia. EFE