Main Nav

sábado, 8 de noviembre de 2014

Obama nombró a Loretta Lynch como fiscal general de EEUU

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nominó hoy a la fiscal federal Loretta Lynch como próxima secretaria de Justicia y fiscal general del país, un cargo ostentado hasta ahora por Eric Holder desde que el mandatario llegara al Despacho Oval en 2009.

"No puedo pensar en otro servidor público mejor para que sea nuestro próximo fiscal general", dijo el presidente al anunciar de manera oficial su decisión en la Casa Blanca, flanqueado por el secretario de Justicia saliente y la propia Lynch.

"NO PUEDO PENSAR EN OTRO SERVIDOR PÚBLICO MEJOR PARA QUE SEA NUESTRO PRÓXIMO FISCAL GENERAL"

"A lo largo de sus 30 años de carrera, se ha distinguido como una persona férrea, justa yuna abogada independiente que ha dirigido en dos ocasiones una de las oficinas legales más prominentes de Estados Unidos", subrayó el mandatario.

Obama, que parte este fin de semana en una gira asiática, dejó la nominación en manos del Senado para que la ejecute "sin dilación", apresurado por la posesión del nuevo Congreso a principios de enero, que será de total mayoría republicana tras las elecciones del pasado martes.

El presidente se refirió a la experiencia de Lynch como fiscal federal en Nueva York, donde de manera exitosa ha liderado procesos judiciales contra terroristas, mafiosos y funcionarios públicos, tanto demócratas como republicanos.

"Nadie llega a este lugar, a esta sala, a este podio en este momento por sí solo"
, dijo Lynch en su turno de palabra, agradeciendo el nombramiento al presidente, así como a sus colegas, familiares y amigos.

"Voy a levantarme cada mañana con la idea de proteger al pueblo estadounidense como primer pensamiento", añadió.

El Senado confirmó dos veces a Lynch como fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, primero desde 1999 a 2001 y de nuevo en 2010, y la funcionaria cuenta con sólidos apoyos en la base demócrata.

Su nominación acaba con los rumores sobre el posible nombramiento del hispano Tom Pérez, actual secretario de Trabajo, y uno de los nombres que más sonaban para reemplazar a Holder, junto a los del actual abogado general del país, Donald Verrilli; o la fiscal general de California, Kamala Harris.

Con 55 años, graduada por la Universidad de Harvard y actualmente fiscal federal en el distrito neoyorquino de Brooklyn, Lynch se convertirá en la primera mujer negra en ostentar ese cargo, de ser confirmada por la Cámara alta.

Sustituirá así a Holder, de 63 años, quien fue también el primer afroamericano en ocupar la Fiscalía General de la nación y que anunció su renuncia el pasado septiembre tras casi seis años al frente de la Justicia estadounidense.

El presidente también tuvo palabras para él, y le agradeció su "servicio excepcional" por hacer del país uno "más libre y más seguro" gracias a su trabajo.

El todavía fiscal general estadounidense, quien ha contado con Lynch como asesora externa durante parte de su mandato, dijo de su futura sucesora que "se ha ganado la confianza y el respeto de los empleados del Departamento de Justicia a todos los niveles, en Washington y en todo el país".

Discreto y leal, Holder había discutido con el mandatario varias veces en los últimos meses su intención de renunciar, pero, según fuentes del Departamento de Justicia, fue después de una conversación de más de una hora a principios de septiembre cuando Obama aceptó la decisión de su colaborador y amigo.

Desde su nombramiento en febrero de 2009, ha sido una de las figuras de la vanguardia de la Administración de Obama, rubricando logros como la "protección de los derechos de la comunidad homosexual y transexual, el exitoso procesamiento de terroristas y su lucha sin descanso por los derechos al voto".

Holder se va de la Administración en un momento tranquilo de su gestión, después de habersobrevivido a las presiones ante las multimillonarias multas que impuso a gigantes de Wall Street por su papel en la comercialización de las hipotecas basura o la polémica por el programa "Fast and Furious", de rastreo de armas que acabaron en manos de bandas de narcotraficantes mexicanos.