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martes, 9 de septiembre de 2014

¿Sin dignidad?

Hay una pregunta que lance por las redes sociales, fue: ¿De qué te vale tenerlo todo o haber alcanzado lo que consideras el pináculo, si te falta dignidad?  Es posible que existan quienes puedan decir o expresas que prefieren llegar a alcanzar sus objetivos, sean, económicos, políticos, sociales o profesionales a costa y precio de lo que sea, lo importante, me podrán decir, es tener y no ser. 
   
 El otro día veía ejemplos que ustedes han visto y escuchado.  El caso de Bahía de las Águilas, caramba, cuánta lucha, audiencias, reenvíos, engaños, estafas, mentiras, artimañas, dinero sucio, corrupción y poder; todo envuelto en un mismo asunto y como pudo la perseverancia, constancia, tenacidad, lo honorable, la decencia, responsabilidad y dignidad, mantenida por una madre a su hija y de esta ofrecerla y reglárnosla como nación.  Fue el legado dejado por una gran mujer, ciudadana, revolucionaria, madre, excelente profesional y dominicana como la de la Dra. Picky Lora Iglesias, a su hija,  la Dra Laura Acosta Lora, con no menos atributos personales, profesionales y humanos que su madre, logró a viento a y  marea lo que para muchos era algo imposible, lejano y de difícil logro y buenos resultados.  Sin embargo, siempre podrá más el empeña movido por las buenas causas, que aquello que es movido por la maledicencia, la perversidad y lo indecoroso.  El único límite que tiene quien obra por lo correcto es su dignidad y para traspasarla, solo la muerte puede y el Todopoderoso detenerla, pero siempre quedará esa huella impregnada en la conciencia y espíritu de quienes desean seguir con esa luz y antorcha hacia delante.
   
 Nuestro país está requiriendo de cuando en vez, día a día, no de grandes ejemplares o noticias rimbombantes, ni fantasiosas, ni demagógicas, sino de esos pequeños detalles, esfuerzos, roles, objetivos y metas; que son construidos en pequeñas obras del ciudadano común, que asuma con conciencia, con criterio y que le duela la situación de su país, que no sólo se limite a preocuparse por sí mismo y resolver su problema, sin pensar que sus acciones pueden:  o ser de gran ayuda a mejorar lo que tenemos o simplemente, a ser una gota de agua más que contribuya al mar de atrocidades y desorden del cual estamos ya cansados, algo más del montón.   ¿Cuál querrás asumir? 
    
Ese caso de Bahía de la Águilas fue el inicio de un esfuerzo individual, que se volvió vergüenza y dignidad y que motivó a otros a darse cuenta de la atrocidad y latrocinio que se pretendía cometer con esa zona del país.  Y esto caló y generó la conciencia social suficiente para que hoy al menos estemos más celebrando que lamentando lo que pudo haber sido una de las mayores estafas, de haberse quedado aquella mujer valiente, indiferente e inerte, ante lo que sucedía, prefirió levantar la voz y acción de la vergüenza y la dignidad y hasta ahora, tenemos el resultado esperado.
    
Sin embargo, así como existe el ejemplo anterior indicado, tenemos la otra cara, vemos con pena, lo sucedido a ex fiscal de San José de Ocoa, independientemente si mañana por tecnicismos legales, es declarado inocente, el solo hecho de haber sido grabado por lo que sería una trampa para un capo o narco, resultó que cayó víctima y presa de su propia enredadera creada, dizque para sacar una “lacra de las calles”, sin embargo, quería, con algo vergonzoso y desleal, crear precedente o enseñanza.  Ahora bien: ¿Qué habría pasado, si este ex fiscal no hubiese sido grabado y tomado en las cámaras de lo que hacía?  ¿Cuántas veces habría cometido el mismo “desliz” o “buen deseo de sacar delincuentes de las calles”, en esta singular forma”?  Son de las cosas que te dicen a ti, que lo deshonesto no te hace sentir ni transmite respeto ni consideración de los demás hacia ti, si te embarcas en ese camino, hoy busca rehuir, y no enfrentar su resopnsabilidad.  Con ese accionar de este ex fiscal pudo haber puesto en juego el trabajo de cientos de hombres y mujeres que día a día hacen una labor como Ministerios Públicos que es de reconocimiento, aún con las condiciones en que la ejercen, porque en ocasiones en los distritos judiciales en que laboran, sobrepasa su capacidad operativa y humana.  Sin embargo, ese ex fiscal de Ocoa, no es el parámetro para medir a los demás, pero miren como un mal accionar lo único que puede acarrear es abono a la desconfianza y la frustración.
    
Ante estos dos ejemplos que hemos expuestos, de muchos que suceden en el día a día de esta nación, la que requerimos mantener y por la que debemos luchar, no ya por nosotros, sino por esas generaciones que suben hoy y que mañana de seguro preguntarán, papi, mami, abuela, abuela, vecino, amigo, cuál fue tu conducta y comportamiento ante las cosas que pasaron o pasan aquí.  ¿Fue la indiferencia o la acción?  ¿Es el de la vergüenza o la deshonra?  Siempre es bueno preguntarse, de cuando en vez, ante todo esto: ¿De qué te vale tenerlo o buscarlo todo, sin dignidad?.  Una sociedad se construye con los pequeños detalles y esfuerzos.  Con el ciudadano que respeta al otro; que no se cruza en rojo; que no apoya la mafia y defiende lo justo y digno.  Es así que podemos esperar cosas mejores y fortalecernos como colectivo.
Lic. Jordi Veras.