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sábado, 13 de septiembre de 2014

Mi 75 aniversario de nacimiento

Las Cartas Circulares son un género de correspondencia de los obispados con las parroquias. No llegan a ser Cartas Pastorales, porque son más breves y su contenido no suele ser teológico ni de grandes orientaciones. Se refieren al día día de la vida diocesana. 

Normalmente no son difundidas o publicadas en los medios de comunicación, por ser más bien ellas un medio de comunicación interno. Así que los temas tratados en las Cartas Circulares son muchos y muy variados. A veces son simples instrumentos para informar noticias y detalles de la vida cotidiana de una Diócesis.

Dentro de esa perspectiva, se colocan los contenidos informativos acerca del 75 aniversario de mi nacimiento. Sólo que me ha parecido oportuno compartir con ustedes este tema, que es el de mi Carta Circular diocesana número 463.
Voy a tratar cuatro puntos: 

1- 1939-2014

El 19 de septiembre, como es sabido de la mayoría, cumplo, gracias a Dios, a mis padres y a tanta gente buena, un aniversario importante en la vida de todas las personas: 75 años. En la tradición de mi familia (bisabuelos, abuelos, padres y otros), se conserva la memoria de que ese día de 1939 la partera fue mi bisabuela paterna, que nací sin poder respirar, que ella echó sobre mí el humo de su cachimbo y volví a respirar, que me tomó en sus brazos, abrió las puertas y dijo:- Niño, mira mundo, mundo, mira niño, que luego se acercó a mi madre y le dijo: Nenita, tu hijo es varón y será sacerdote, que mamá le contestó: Mamita, ¡con qué cuartos se casa un guardia!, que mi bisabuela le dijo: Caminos tiene Dios. Así, ha sido: Todo lo que se dijo hace 75 años, un 19 de septiembre, se ha cumplido en mí.

2- Cinco acentos en la celebración
Normalmente las celebraciones de mis cumpleaños son de bajo perfil y me busco un lugar de soledad y silencio para orar, al menos una buena parte del día, interrumpido por decenas de llamadas por teléfono, que siempre contesto. 
Este 2014 no me podré escapar por largo tiempo. Así que dado estas circunstancias he decidido aceptar esta situación y marcar dicha celebración con los siguientes cinco acentos:

a) Inauguración de una gruta votiva en el patio del Arzobispado, en honor de la Virgen Inmaculada, aplastando la cabeza de la antigua serpiente, por la protección que me ha dado a lo largo de toda mi vida y ahora como Arzobispo. La he costeado con los estipendios que me han donado 25 parroquias, en mis visitas pastorales, sin saber ellas que los dedicaría a esta obra. La imagen que colocaré me ha acompañado durante décadas y me parece muy bueno dejarla en esa gruta, de manera permanente.

b)  Celebración del 53 aniversario de Cáritas en la Eucaristía de ese día a las 6:15 p.m., en la Catedral. Le doy mucha importancia a esta hermosa coincidencia. Cuando el Señor, en el juicio final, me pregunte sobre mis obras de amor y de misericordia, una de las cosas que le diré: -Mira la inmensa labor hecha por Cáritas. Estuve junto a ella y la apoyé.

c) Coronación solemne de san Miguel Arcángel, en esa misma Eucaristía. Los Padres Micaelitas, que rigen el Santuario del Caribe san Miguel Arcángel en esta Arquidiócesis, me pidieron su coronación para comenzar una amplia campaña arquidiocesana en torno a la figura de san Miguel. Para ello, yo mismo escogí el día de mi cumpleaños 75. Experimenté por primera vez, de manera clara y patente, la protección particular del arcángel Miguel por mí a los siete años. Algo inolvidable, que marca toda mi vida. Luego su presencia, como la de la Virgen y san José, ha sido patente todos los años de mi existencia.

d) Un concierto con el Coro Nacional, después de la Eucaristía, a las 8:00 de la noche, como XXXIII Concierto de la Catedral, que ha sido preparado y anunciado desde hace mucho tiempo.

e) Ordenación de dos diáconos permanentes. Aprendí de Mons. Pepén, porque así lo hacía, a unir a todas mis celebraciones personales una intención relacionada con la vocación sacerdotal. Había programado tener esta ordenación diaconal el día siguiente al 19, el sábado 20. Pero dada la programación del Seminario Mayor, que yo debo respetar, la tendremos, Dios mediante, el sábado siguiente, el día 27 en la Catedral a las 9:30 de la mañana 

3. Mi renuncia
Siguiendo la sabia normativa de la Iglesia, establecida para los obispos que cumplimos 75 años y recogida en el Derecho Canónico, canon 401 § 1, ya he presentado mi renuncia al oficio de Arzobispo, esperando con ilusión lo que proveerá el Sumo Pontífice, para dedicarme, entonces, de lleno a otras tareas, independientes del oficio de Arzobispo, a las cuales he discernido, desde hace tiempo, que el Señor me llama, como voluntad suya, y a cuya realización me quiero dedicar, para su gloria y el bien de los hermanos, antes de partir al encuentro definitivo con Él.

4- El regalo que les pido
A parte del regalo de la acción de gracias por mis 75 cumpleaños, sé que muchos de ustedes me harán un regalo físico. Para ello quiero que, en cuanto sea posible, me lo hagan en efectivo y metálico. Solicito ese regalo para, a mi vez, hacer yo otros 35 regalos. He invitado a 35 sacerdotes para hacer un curso bíblico recorriendo los lugares donde acontecieron, empezando por Egipto. Es una ocasión única que se me ha ofrecido, para un cupo máximo de 35. El costo de cada sacerdote participante es de US$4,800 (cuatro mil ochocientos dólares).
La fecha de este curso está pautada para realizarse del 30 de julio al 21 de agosto 2015.

Sé que, desde el punto de vista humano, es un atrevimiento de mi parte ofrecer 35 regalos con ese precio de cada uno en dólares, sin tener yo un peso en mi bolsillo. En realidad, son ustedes, mis hermanos y amigos, quienes costearán esos 35 regalos, regalándolos a través de mí, como si fuera un regalo mío. Les confieso que mi atrevimiento, en el fondo, es un acto de fe en Dios, en la intercesión de san José y en ustedes. Me recuerda a mi bisabuela, cuando le respondió a mi madre acerca de los costos de mi futura preparación al sacerdocio: Caminos tiene Dios.

Debo decir que este curso bíblico estaba planificado para hacerse en agosto de 2014, pero, debido a los disturbios en esas tierras, juzgamos prudente no realizarlo, entonces pedimos otra fecha y nos dieron la indicada más arriba. 

Pero no hay mal que por bien no venga: ahora puedo presentar esos 35 regalos en el contexto del regalo que me hicieron para mi 75 aniversario de nacimiento.

CONCLUSIÓN
CERTIFICO que el texto de mi trabajo llevado a los medios de comunicación social sobre Mi 75 aniversario de nacimiento corresponde en todas sus partes al texto de mi Carta Circular, enviada primero a toda la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los diez (10) días del mes de septiembre del año del Señor dos mil catorce (2014).
Por Monseñor Ramón De la Rosa y Carpio