Un hombre de 40 años se sentó hoy en el banquillo del Tribunal de lo Criminal de Aix en Provence (sureste de Francia) para ser juzgado por haber transmitido el sida a una de sus parejas y haber expuesto a ese riesgo a otras cinco, un delito por el que ya había sido condenado en 2005.
Christophe Morat, conductor de autobús, podría ser condenado hasta a 30 años de cárcel por el agravante de reincidencia, al término de los cuatro días previstos para este proceso, que suscitó una gran expectación.
"Como reincidente, conocía su peligrosidad", destacó en la primera sesión de la audiencia en declaraciones al diario "La Provence" Yann Prévost, abogado de la acusación particular.
Morat, que está informado de que es seropositivo desde 1998, fue sentenciado a seis años de cárcel en 2005 en Colmar (noreste de Francia).
Tras salir de prisión, estuvo trabajando en Istres (sureste) entre 2009 y 2012 y fue en ese periodo cuando contagió a una mujer con la que tuvo una larga relación, y que en un principio no estaba al corriente de que su pareja tenía el virus del sida.
Pero siguió manteniendo relaciones sexuales con él -incluso sin preservativo- después de saberlo.
El acusado, que se encuentra en prisión provisional, reconoció ante el tribunal haber mantenido relaciones con cinco de las mujeres sin haberlas advertido, al tiempo que lo negó para la sexta, y a la pregunta de por qué lo hizo, dijo que había sido "inconsciente".