La semana previa al lunes 28 de julio, recibí una llamada de la distinguida dama Tessie Sánchez, que maneja la parte de comunicación y relaciones públicas de la Procuraduría General de la República, para que participara en un evento que se llevaría a cabo por la paz y contra la violencia y las armas ilegales. Le dije de forma inmediata que no tenía inconvenientes en participar y todavía más asumiendo la representación de todas las víctimas de violencia y que han sido asesinadas por armas.
Fue un acto hermoso y emotivo, y todavía más, cuando se procedió a utilizar el símbolo del lanzamiento de palomas por distintas autoridades allí presentes, y una de ellas por una niña, la cual tuve el honor de acompañar junto al Procurador. Ver la carita de aquella criatura al lanzar dicha ave, valió todo el acto, se notó la inocencia, la esperanza, alegría y el gran reto que tenemos todos y todas, para seguir luchando por una sociedad de paz, sin tanta violencia y sin tantas armas en manos desaprensivas.
Es importante apoyar la idea lanzada por la Procuraduría General de la República, no como una solución inmediata, ni mucho menos, que pueda aplicarse sin una toma en conjunto de decisiones y de una política real de desarme adecuada y que se puede implementar en un ambiente de confianza de parte de la población.
Ahora bien, tal como indiqué como iniciativa, debe ser motivada e impulsada, no dejarla en una gaveta y olvidarse el mundo, pensando que como vamos podemos obtener tranquilidad y paz. Tal como expresé, en el momento que tomé la palabra, citando a Mahatma Ghandi, cuando expresó:”Una sociedad que base su solución en la violencia, no tendrá otra forma de salir de ella, sino por la violencia”.
En esa misma actividad, aproveché la presencia del Jefe de la Policía, Mayor General, Manuel Castro Castillo, para indicarle que las declaraciones ofrecidas por él, cuando inauguraba el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado, en la semana anterior, las considerada responsables y oportunas, en el sentido de que: “reconocía que el crimen organizado había sobrepasado la capacidad de respuesta de la propia Policía Nacional”. Estas declaraciones le expresaba, no debían verse como una derrota ante la delincuencia y el crimen, sino como un reconocimiento del problema.
Es como si dijéramos que comparamos la sociedad como un cuerpo, y los fenómenos sociales y flagelos, como: la delincuencia, el crimen organizado y la violencia; una plaga a erradicar; para uno saber si está enfermo, debe primero reconocer la enfermedad para combatirla y tener la voluntad de enfrentarla.
Al hacer esto, el Jefe de la Policía, estaba admitiendo que el problema debía enfrentarse con otros métodos eficaces, científicos, analíticos y especializados. Por eso, aprovechaba la ocasión, para motivarlo a cambiar las cosas en la Policía y a la vez a felicitarlo por esas declaraciones y por la creación del ya indicado Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado, que con el mismo se pretende buscar una mejor manera de enfrentar el flagelo de la delincuencia y el crimen organizado, de una forma más puntual, organizada, y más proactiva. Permitirá de forma más profesional dar mayor respuesta a la exigencia que con justeza hace la sociedad dominicana ante el crimen.
Estas iniciativas, de la Procuraduría y la Policía, las unimos a lo que recientemente expresara el Presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, cuando en una puesta en circulación del Boletín Judicial de ese alto tribunal, sugirió, un Plan Estratégico Nacional para el sector Justicia, en el cual indicaba lo siguiente y cito: “se buscaría promover el óptimo acceso a la justicia; garantizar la transparencia, eficiencia y la calidad en la prestación de los servicios de justicia; impulsar el mejoramiento permanente y modernización del sistema judicial; institucionalizar la meritocracia en el sistema; y combatir la impunidad, contribuyendo a la seguridad ciudadana. Con ello buscaba hacer un llamado a los actores del sistema judicial a realizar y llevar a cabo respuestas distintas a la población dominicana como ha estado esperando”.
Viendo todo esto que hemos mencionado, en la que tres instituciones distintas, han establecido su preocupación y han planteado iniciativas para enfrentar las debilidades que acusamos, pienso que todos estamos de acuerdo en el auge del crimen organizado y la delincuencia y que se deben utilizar métodos, planes y formas de combatir estos flagelos de manera diferente y reconocer que los mismos han estado superando las respuestas dadas hasta ahora basado en la exigencia de toda una población. Lo importante es que todo esto planteado, tal como indiqué, no quede en el plano de ideas, sino que se analicen y se aplique con el objetivo de mejorar y de comenzar a cambiar el panorama y el ambiente en que hoy vivimos todos y todas, para evitar ser afectados directa o indirectamente y seguir llevando luto, dolor y sangre a más familias dominicanas.
Asumamos conciencia todos y todas, ante lo que nos toque y el rol que cada quien debe asumir en este país y no pensar que nada nos afectara o que vivamos de forma indiferente ante lo que sucede.
Tomemos la palabra a cada una de estas instituciones, para alentarlos a que sigan promoviendo y realizando los cambios que se han estado esperando para una vez reconocida la enfermedad, podamos comenzar a mejorar, enfrentando estos flagelos mencionados más arriba.