(Elmundo/InfoCatólica) «El afán de poder parece subyacer también a la reñida pugna por las distintas candidaturas que se ha desatado en nuestro país en el proceso electoral en acto. Ante esta carrera se tiene la sensación de que prima la ambición de poder y el interés personal o del partido, más que la voluntad de servir al bienestar de todos los bolivianos», expresó el Arzobispo.
Según el prelado, este poder está entendido como una dominación organizada en base a sistemas ideológicos y políticos que buscan sus intereses personales y no el bien común que oprimían a los más débiles.
Además, pretenden instrumentalizar a la justicia: «tergiversan la verdad, recurren al engaño y constituyen redes de complicidad y de corrupción».
Con la concentración de poder, que en algunos casos queda en pocas manos, estos grupos políticos buscarían «perpetuarse recurriendo al uso de la fuerza e incluso de la violencia».
Según el prelado, este poder está entendido como una dominación organizada en base a sistemas ideológicos y políticos que buscan sus intereses personales y no el bien común que oprimían a los más débiles.
Además, pretenden instrumentalizar a la justicia: «tergiversan la verdad, recurren al engaño y constituyen redes de complicidad y de corrupción».
Con la concentración de poder, que en algunos casos queda en pocas manos, estos grupos políticos buscarían «perpetuarse recurriendo al uso de la fuerza e incluso de la violencia».