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sábado, 19 de julio de 2014

Estancamiento mental, discriminación, racismo y pérdida de identidad nacional

¿Puede un ciudadano perder su sentido de patriotismo si la sociedad en la que se encuentra está inmersa en una pasiva inequidad?
Toda persona que se dedica a explorar en otras culturas, quizás para desarrollar y fortalecer su concepción como ente social, puede manifestar dudas que concibe respecto a ciertas orientaciones que sigue su nación a diferencia de otras, en su proceso de investigación queda totalmente expuesta a la entrada de preguntas, interrogantes que surgen y van constituidas según la formación en valores y visión del individuo.
No es un secreto que aunque el sentido de tolerancia y respeto se encuentren al máximo, en República Dominicana se sigue aplicando lo que es la exclusión (discriminación) por racismo, mentalidad poco evolucionada pero en ocasiones “justificada” puesto que, no solemos recibir desde temprana edad educación respecto a la diversidad y falsa idea estereotipada que existe acerca de lo que es belleza, perfección.
Cuando el hombre se ve en una situación dónde se marginalizan sus derechos fundamentales y queda encasillado en un abismo de desprecio y rechazo, este inmediatamente pierde la identidad que implica el repudio y adopta aquella que le dota aprobación, admisión.
¿Seremos capaces de encaminarnos hacia la total aceptación?
El ser humano es susceptible a la buena convivencia. Pensemos ¿Dios nos daría mandatos imposibles de cumplir? “Ama al prójimo como a ti mismo”.
Resulta penoso que, un habitante que ha experimentado el desarrollo de una postura positiva en la que queda libre de toda concepción de perjuicios en contra de aquello diferente a él, por la incomprensión en torno a su elevado grado de coexistencia se vea, atraído hacia sociedades que sí concuerdan con su ideología.
¿Se preocupa nuestra nación por esos que en su afán de crecimiento confrontan, solos, una batalla interna entre su “nacionalismo” y la dirección moral que tienen hacia lo correcto?
Increíble es que en esta época nos veamos aún sometidos a fuertes críticas, si por ejemplo, resuelves ser amigo de alguien con personalidad distinta o si, el amor toca a tu puerta en una persona de color.
El sentido debe ir orientado en no crear entes individualistas con desprecio a su patria sino encaminar nuestro pueblo al colectivismo en ideas y aceptación, pero ¿cómo logramos esto? ¡Educando en valores!
Tanto el que está sometido a la estancada pero latente discriminación como quién busca encaminarse en dirección opuesta a esta problemática quedan desprotegidos ante la posible pérdida de su identidad nacional ¿Dejaremos que esto pase? ¿En balanza, quién debe hacer algo, aquellos que por ser diferentes se les marginaliza, quiénes no buscan seguir con esta idea de atraso o el sistema que no se preocupa en mantener a sus civiles atraídos por su país y sólo hace caso omiso a dicha situación? ¿Seguiremos perdiendo valiosos nacionales ante aquellas sociedades que brindan libertad de diversidad en gusto de vida?
 
 
 Por Jocabed de la Rosa