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martes, 15 de julio de 2014

A mis colegas periodistas

Hago un llamado desde lo más profundo de mi alma, para aquellos compañeros periodistas que me conocen o desconocen, a los que sólo conozco por su trayectoria en los Medios, a Francis, Dario, Federico, Nelson,  Carmen Imbert, Pablo Mckinney, Colombo, Nuria, Juan Bolívar, Marino Zapete, Molina Morillo, Robert Tiburcio, Persio Maldonado y muchos otros más que, por espacio y prisa, dejo de mencionar.
Mi clamor es para que, en la medida de sus capacidades y compromiso social con este país y especialmente con la clase trabajadora, asumamos la urgente tarea  de aclarar, investigar o confrontar opiniones, en relación a las modificaciones que plantean los empresarios al Código Laboral.
Es apremiante dar a conocer, a través  de los medios disponibles, las ventajas y desventajas, realidades y apariencias, que podrían beneficiar o dañar a la clase obrera del país, de cara al futuro inmediato y posterior.
Promover debates para que, la población, en sentido general, tenga un enfoque integral de la problemática laboral, en nuestro caso.
Señalar cuáles son los aportes que tienen que ceder, por un lado los empresarios y quienes representan a los trabajadores. Por otro lado, el papel que tienen que desempeñar los gobiernos y el Estado Dominicano,  como garante de acuerdos y logros pasados, presentes y futuros.
Dilucidar las razones, causas y consecuencias de por qué, la realidad social dominicana es lo que es en la actualidad;  los motivos reales de los niveles de desempleos, especialmente en nuestra población más joven.
Es  interesante analizar la propaganda que, a través de diferentes medios masivos de comunicación, dirigen los empresarios a las masas de desempleados o a quienes  trabajan de manera informal, dicha campaña se vende como la panacea al problema del desempleo, si se aprueban las modificaciones que ellos  proponen  al Código Laboral.
Igualmente ver,  en qué consisten las transacciones que se llevan a cabo, entre los empresarios, los representantes de la clase trabajadora y el gobierno actual.  Señalar cuáles son los puntos comunes o no, en estas negociones.
En fin, son muchas las interrogantes, dudas y complejidades a debatir, para ayudar a edificar a la ciudadanía sobre este tema tan vital y abarcador que tiene, directamente que ver, con los derechos sociales de los menos pudientes y excluidos de siempre  en nuestro país. Colegas y amigos, el silencio, en esta coyuntura, equivale a ser coautor de la “crónica de una muerte anunciada”.



Autor: Ebert Gómez Guillermo