Será muy interesante saber cuál es el verdadero paradero de los delincuentes que envía desde varias partes del mundo. Porque me da la impresión de que estos amigos no tienen controles policiales ni judiciales. Aunque me salgan con la estupidez de que en este país no han cometido delito, por lo tanto no tienen que pagar absolutamente nada a nuestra sociedad. Sí tienen que pagar el hecho de haber dejado a nuestra Nación en vergüenza ante, por lo menos de donde fueron enviados.
¿Hay un departamento en la Justicia dominicana que controle el movimiento de estos señores? de los cuales muchos vienen con diploma delincuencial.
Por ejemplo: ¿Sabe ahora la policía dónde se encuentra alguno de esos camajanes?, estarán buscando trabajo, en que se ocupan, tienen un oficial de custodia. Nadie sabe dónde están ni nada de ellos, hasta que aparecen en algún asalto a mano armada, como el famoso atraco de los treinta millones, que a propósito tampoco nada se sabe.
Los dominicanos y sus autoridades se pasan la vida buscando e investigando como se vive en USA, para imitarlos. Pero por ejemplo, nadie de la justicia ha intentado de abrir un departamento de seguimiento a estos ciudadanos, para localización en cualquier momento como lo tiene USA en cincuentaiuno Estados de la federación.
Claro, no todos vienen por delitos grandes, hay muchos que han recompuesto sus vidas y están trabajando en diferentes ramas, porque el ser humano es débil y cae fácilmente. Pero junto con ellos han llegado otros con la lección corregida y aumentada, han traído sus modalidades aprendidas allá y que ya las han demostrado en nuestro patio en formas totalmente diferentes y más agresivas de las que estamos o estábamos acostumbrados los dominicanos.
Busquen la forma de controlar al deportado que necesitan seguimiento. Es importante porque nos podríamos ahorrar una serie de situaciones embarazosas que están sucediendo contra la sociedad ordenada y honrada.
En honor de la verdad, la delincuencia que hay, tiene muchos orígenes, lo que hay es que controlar y de manera drástica a quienes, si estoy seguro, son los originadores de una modalidad diferente de delincuencia, que en nuestro patio no había.