Hace doce años, Luis Rafael de Paula Valenzuela estaba en el mejor momento de su carrera en el béisbol profesional. El joven dominicano jugaba con los Leones del Escogido y fue contratado en las Ligas Menores por el equipo Rays de Tampa Bay. Pero pocos años después de este gran acontecimiento, cometió un error que le cambió totalmente la vida y que trajo consigo otras muchas desgracias. El prospecto que podría llegar a ser una estrella de Grandes Ligas, ahora es un reo de la cárcel La Victoria que se debate entre la vida y la muerte.
Viviendo en Estados Unidos, De Paula Valenzuela se casó “por negocio” con una compatriota. El suceso fue descubierto por las autoridades estadounidenses, quienes le revocaron la visa y ya no pudo regresar a esa nación.Pero otro suceso, aún peor, se vislumbraba para este joven. Producto de un golpe en la cabeza que recibió con una pelota cuando todavía era jugador, De Paula Valenzuela empezó a padecer de problemas mentales, los cuales se agravaron con su regreso al país y al ver que sus sueños se habían truncado.
Según consta en un informe expedido el 25 de julio del pasado año por la doctora Alma C. Brito, médico psiquiatra y terapeuta familiar de la Clínica Cruz Jiminián, De Paula Valenzuela estaba siendo tratado desde el día cuatro de enero del 2012, por presentar ideas de daño, por llorar con frecuencia, padecer insomnio, anorexia, anhedonia y no tener control de sus impulsos.
Este documento fue solicitado a la clínica por los familiares del joven para evitar que fuera enviado a la cárcel de La Victoria luego de que, supuestamente, le propinara una pedrada a un menor de 16 años cuando éste entró a un edificio en construcción propiedad De Paula Valenzuela, junto a dos jovencitos más, para “robar guayabas”.
A su vez, una evaluación psiquiátrica realizada por la doctora Rosanna Ramírez, del Departamento de Psiquiatría de la Dirección General de Prisiones, dice que De Paula padece Esquizofrenia Paranoide y recomienda que sea medicado.
Según explicaron sus familiares, a pesar de que un tribunal sólo dictó tres meses de prisión preventiva contra De Paula Valenzuela, éste tenía nueve meses recluido en La Victoria, antes de que la semana pasada fuera trasladado al Hospital Moscoso Puello producto de una golpiza que, según los familiares del ex pelotero, le propinaron custodios de la cárcel.
A todo esto se suma el hecho de que el padre del menor agredido supuestamente por De Paula Valenzuela, está exigiendo que le sean pagados cien mil pesos por los daños ocasionados a su hijo. Para esto, según dijo Mireya de la Rosa, madre del expelotero, el hombre pide que se venda el edificio que De Paula Valenzuela empezó a construir cuando era pelotero y que no pudo terminar. Ese es el único bien material con que cuenta.
De la Rosa explicó que su hijo no tiene recursos económicos para pagar esta cantidad de dinero, debido a que su familia es muy pobre, a tal punto, que ella se sostiene vendiendo en una paletera en el sector Radiante , en Villa Mella, donde residen.
Indicó que además de los golpes que recibió su hijo, los médicos del hospital están tratando de extraerle un liquido que se le formó en los pulmones, provocado, supuestamente, por los medicamentos que le suministraban en La Victoria para sus problemas mentales, los cuales dijo no eran los adecuados para él y “quizás hasta vencidos estaban”.
De la Rosa dice que la situación médica de su hijo es grave, ya que se encuentra recluido en el área de Cuidados Intensivos del hospital, ni siquiera puede hablar y muchas veces ni reconoce a sus familiares.
Mientras que Radhamés de la Rosa, tío de De Paula Valenzuela, expresó que lo que hay es una “conspiración” en contra de su sobrino para que él venda el edificio en construcción y le de los cien mil pesos al padre del menor de 16 años. Señaló que en la supuesta conspiración también estaría involucrado el padre del expelotero, quien dijo tiene los papeles de propiedad del edificio.
Explicó que con el caso de su familiar se han violado los derechos humanos, primero, por estar más de nueve meses detenido, cuando solo fueron dictados tres meses de prisión preventiva, y luego por la supuesta golpiza que le habrían propinado los policías en la cárcel.
“A las autoridades que investiguen este hecho porque no puede ser que por un puñado de dinero se pierda la vida de una persona. A él le dictaron tres meses preventivos y ya van nueve. Y esos policías son unos abusadores delincuentes. Nosotros no sabemos si fue que mandaron a matar a mi sobrino en La Victoria”, expresó.
En tanto, María Magdalena Vargas, prima hermana de De Paula Valenzuela, señaló que cuando su familiar fue traslado al hospital Moscoso Puello le explicó que cuando salía de la iglesia en la cárcel varios policías golpeaban a otro recluso y cuando lo vieron a él, también lo golpearon con un tubo.