En su mensaje, el papa destacó de los neocatecumenales, conocidos como "kikos" por el nombre de uno de sus fundadores, el laico español Kiko Argüello, "la alegría de la fe" y el "ardor de su testimonio".
La audiencia celebrada en el aula Pablo VI, como ya hizo Benedicto XVI, se convirtió en una ceremonia con la que el papa envió a 450 familias a realizar la "missio ad gentes" o "misión de los gentiles", es decir, enviar a católicos a varias partes del mundo a divulgar el Evangelio e imitar a los primeros católicos.
A estas familias y al movimiento Francisco les propuso algunas "recomendaciones", entre ellas las de "tener el mayor cuidado para construir y conservar la comunión en el seno de las Iglesias dónde irán a evangelizar".
"El camino tiene su propio carisma, su propia dinámica, un don que como todos los dones del espíritu tiene una profunda dimensión eclesial, y esto significa escuchar la vida de las Iglesias donde vuestros responsables os mandan", recomendó el papa argentino.
Francisco dijo a los "kikos" que "la comunión es esencial" y por tanto agrego: "a veces puede ser mejor renunciar a vivir todos los detalles que vuestro itinerario exigiría, para garantizar la unidad entre los hermanos que forman la única comunidad eclesial de la que os tenéis que sentir parte".
Consejos que ya les había dado el papa Benedicto XVI, debido a que en el pasado algunos obispos se habían quejado de que los neocatecumenales funcionaban de "manera paralela" a la diócesis y con sus propias y exclusivas reglas.
Francisco, que ya conocía al movimiento como arzobispo de Buenos Aires, ya les había dado su total apoyo el pasado septiembre cuando recibió a los fundadores del Camino Neocatecumenal, los españoles, Kiko Argüello y Carmen Hernández, y a su responsable a nivel mundial, el padre Mario Pezzi.
"Os animó a llevar a todos los lugares del mundo, también a los sitios más descristianizados, especialmente a las nuevas periferias existenciales, el Evangelio de Jesús", agregó el papa argentino.
Posteriormente, Kiko Argüello presentó al papa a algunas de estas familias que partirán hacia países de Asia y Europa en 40 misiones, con lo que se llegará a 92 "missio ad gentes" en otros tantos países.
Cada misión está compuesta por cuatro familias, un sacerdote y un "socio" (laico o seminarista) que les acompaña.
El Camino, que fue aprobado de manera definitiva en 2008 con la firma de sus estatutos finales, está presente en 124 naciones de los cinco continentes, en 1.479 diócesis con 20.432 comunidades presentes en 6.272 parroquias.
A la audiencia y en apoyo del Camino Neocatecumenal, también participó al arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco Varela, y el también español cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.